La empresa de recogida y eliminación de residuos Sirem, propiedad del empresario Ángel Fenoll, no asume desde hace cuatro meses el pago de las facturas que emite la mercantil Abornasa a su nombre por eliminar los desechos de ocho municipios en sus instalaciones, que son Algorfa, Callosa de Segura, Cox, Daya Vieja, Rafal, Redován, Rojales y Daya Nueva y ya ha logrado que otros cuatro los asuman: Dolores, Formentera del Segura, Granja de Rocamora y Jacarilla . Fenoll considera que el coste de verter lo desperdicios lo tienen que pagar los ayuntamientos al entender que se llevan a Abornasa (Crevillent) porque así lo ha decretado el Consorcio, y ese es un acuerdo que le perjudica económicamente. Por ello, ha exigido que las facturas se expidan a nombre de los consistorios, alegando que entre las empresas no existe relación contractual. Esta situación ha obligado a reaccionar a los alcaldes, que están optando por asumir los reclamos de pago de Abornasa pero detrayendo las cantidades de lo que mensualmente pagan a Sirem. Lo que temen ahora los regidores es que Fenoll, que no acepta esa solución, adopte en cualquier momento medidas de presión como no recoger las basuras para provocar el colapso, por lo que buscan soluciones de urgencia.
La mercantil de Fenoll, llamada Sistemas Recogida Residuos Medioambientales SL (Sirem), ha enviado un burofax a Abornasa para advertirle que ha descubierto que está expidiéndole facturas a su nombre por la eliminación de los residuos y que además no se entregan a la empresa sino a los ayuntamientos. Así, indica que desde el 16 de junio de 2014 «no existe entre Sirem y Abornasa ninguna relación comercial ni jurídica que permita que la segunda facture a la primera servicios de eliminación de residuos», de modo que le informa que «no acepta ninguna de tales facturas». Por todo ello le exige que se abstenga de seguir facturando a Sirem y que proceda a «anular y dejar sin efecto» todas las facturas anteriores y que las gire a nombre de los ayuntamientos, tal y como asegura que ya está haciendo con Dolores, Formentera del Segura, Granja de Rocamora y Jacarilla.
Además, Sirem advierte a Abornasa que expedir indebidamente facturas a Sirem basándose en unas relaciones contractuales inexistentes entre ambas empresas, y dado que además esas facturas se envían a los consistorios, podría tener «gravísimas repercusiones de índole tributaria e incluso penales» al «simular una relación comercial con quien en verdad no se tiene».
Según ha podido saber este diario, el hecho de que Sirem no acepte las facturas de Abornasa se ha venido repitiendo desde que en abril la empresa crevillentina detuvo su actividad durante un mes para renovar maquinaria interna y los ayuntamientos se vieron obligados a derivar sus basuras a Elche. Varios alcaldes aseguraron ayer que las facturas emitidas entonces tampoco fueron aceptadas por la empresa de Fenoll, que no las abonó. Este diario trató ayer de contactar con la gerencia de Abornasa sin conseguirlo.
