En los juzgados de Orihuela, los furgones de la Guardia Civil que trasladan presos desde Fontcalent o Villena literalmente no pueden bajar al sótano donde se encuentran las celdas para tomar declaración o esperar juicio. La solución es fácil. Los furgones aparcan en mitad de la calle, que queda automáticamente cortada durante horas.