El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado al Ayuntamiento que a día 1 de enero su población se situará por debajo de los 100.000 vecinos. Torrevieja comenzó el año con una cifra oficial de habitantes de 105.205. El descenso, con implicaciones sociales y económicas, remonta a la ciudad desde el punto de vista demográfico a la población inscrita hace casi una década, y aunque la cifra exacta todavía no se conoce, podría situarse en torno a los 95.000 habitantes. La pérdida censal tendrá también consecuencias políticas directas. El número de ediles a elegir en las elecciones de mayo pasará de los 27 (2011) a los 25 en 2015, y en el capítulos de transferencias del Estado, que se cuantifican por el peso de la población, también se verán reducidas.
El INE dio un ultimátum a los municipios para que revisaran en sus censos si los residentes europeos empadronados continuaban viviendo de hecho en sus poblaciones. Muchos de ellos, como se ha comprobado ahora, se inscribieron hace años pero ya no mantienen su domicilio porque han trasladado su lugar de residencia, o no residen todo el año en la vivienda que inscribieron como domicilio permanente. En Torrevieja esta medida afectaba a 14.000 personas. El municipio debía confirmar la residencia mediante el envío de una carta certificada con el objetivo de que los afectados confirmaran a su vez los datos que obraban en el departamento de Estadística. Pero menos de un 20% lo han hecho, lo que significa que de los 14.000 censados que el INE anunció que daría de baja en el censo de la localidad si no se regularizaba la situación, al menos 11.200 vecinos (el 80%) serán residentes perdidos que habrá que restar a los 105.205 habitantes respecto al año anterior. Cabe incluso la posibilidad de que el Ayuntamiento deba hacer frente a una sanción por no haber podido materializar más del 20% de esta población «fantasma». Para el gobierno local sin embargo las cifras son otras. No solo descarta que el censo oficial vaya a situarse por debajo de los 100.000 vecinos -cifra que se alcanzó en enero de 2008, cuando ya comenzaba la crisis económica-, sino que en sus datos actualizados del padrón para el mes de noviembre aparecen más de 106.000 empadronados. El gobierno del PP siempre se ha preocupado de cuidar especialmente la atención al residente extranjero europeo teniendo en cuenta que -al menos hasta ahora-, suponían más de la mitad del censo local. En octubre ya reforzó la atención a los residentes comunitarios con un servicio especial en la oficina de Turismo, en un intento de reflotar el compromiso de inscripción de esta población. La iniciativa también pretende actualizar el censo de cara a las elecciones municipales donde esta población tiene derecho a voto. Pese al descenso la ciudad mantendrá su posición como quinta ciudad por población de la Comunidad y tercera de la provincia.
