Un grupo de cuatro encapuchados atracó ayer a punta de pistola un gran bazar de comercio chino situado en el Centro Comercial de la urbanización torrevejense de Los Altos. Los hechos ocurrieron alrededor de las 09.40 horas cuando, a pesar de que el establecimiento ya se encontraba abierto al público desde hacía varios minutos, los atracadores irrumpieron en el local y, de forma violenta, maniataron a las dos trabajadoras del bazar y las retuvieron en el almacén del comercio. El mismo procedimiento siguieron con los diferentes clientes que iban entrando, uno a uno, en la superficie comercial, durante los poco más de diez minutos que los ladrones tardaron en reventar la caja registradora del bazar, hasta un total de ocho rehenes, según apuntaron ayer fuentes sanitarias a este diario. Todos ellos fueron maniatados de pies y manos en el almacén del recinto, por lo que tuvieron que ser atendidos por heridas leves a causa del forcejeo al intentar liberarse de las ataduras. Una unidad de Soporte Vital Básico atendió a los rehenes, aunque ninguno de ellos precisó de un posterior traslado a dependencias sanitarias.
Los asaltantes lograron finalmente llevarse la totalidad de la recaudación del comercio, de apenas varios cientos de euros, según apuntaron fuertes cercanas al caso y que confirmaron los regentes del establecimiento a este diario. El hecho de que el atraco se produjera a primera hora de la mañana, apuntaron, hizo que la caja no fuera más elevada. Sin embargo, los delincuentes se llevaron también carteras, bolsos y otros objetos personales tanto de los empleados como de los clientes que mantuvieron retenidos en el almacén del comercio.
La encargada de dar la voz de alarma a las autoridades fue una de las clientas que se encontraba retenida en el almacén, al lograr desatarse. Tras el aviso, una patrulla de la Policía Local de Torrevieja llegó rápidamente al lugar de los hechos aunque para entonces los delincuentes ya habían escapado. La Guardia Civil de Torrevieja se hizo posteriormente cargo de la investigación, que comenzó con el interrogatorio de los testigos en busca de alguna pista que pueda ayudar a identificar a los sospechosos aunque todo parece indicar que, al cierre de esta edición, no se había producido ninguna detención.
Según fuentes policiales, los individuos podrían haber huido en una Chrysler Voyager de color negro, con lunas tintadas, aunque se desconoce el número de placa. Lo que sí apuntaron algunos testigos es que se trata de un vehículo con lunas tintadas, y uno de los asaltantes podría vestir un mono de trabajo azul, mientras que otro de los encapuchados habría huido vestido con una chaqueta negra con el número 92 grabado en blanco en la espalda.
Al parecer, los únicos destrozos ocasionados por el robo se limitan al destrozo de la caja fuerte para llevarse el botín, por lo que no hubo que lamentar más daños materiales. La superficie comercial permaneció ayer cerrada al público tras el atraco, aunque está previsto que retome hoy su actividad comercial, «después de descansar y recuperarnos del susto que hemos sufrido mi compañera y yo, así como toda la familia», señaló ayer una de las trabajadoras del local.
