El Partido Popular ha perdido las alcaldías de Albatera, Cox y Granja de Rocamora. El rechazo social motivado por el polémico Plan Zonal de la Vega Baja, investigado en una rama del caso Brugal y que contemplaba un macrovertedero en la sierra del primer municipio y una planta de transferencia de basuras en el polígono industrial Virgen del Carmen, ha pasado factura en las urnas a los tres gobiernos de signo popular que perdieron la mayoría absoluta en las elecciones del pasado 24 de mayo. Ahora serán gobiernos de coalición los que asumirán la gestión de los tres ayuntamientos con regidores de distintos partidos: Rosa Guillén (PSOE) en Albatera, Miguel Ángel Gambín (Ciudadanos) en Cox y Javier Mora (independiente) en Granja.

En Albatera, Rosa Guillén (PSOE) logró arrebatar al popular Federico Berná la mayoría absoluta tras ocho años de gobierno gracias al pacto que se firmó en la madrugada del mismo sábado, horas antes del pleno de investidura. Guillén se convirtió así en la primera alcaldesa del municipio tras obtener el respaldo de los concejales socialistas (6), Ciudadanos (2) y UPyD (1). El acuerdo alcanzado por las tres formaciones contempla una alcaldía rotatoria entre la cabeza de lista del PSOE y la candidata magenta, Rosario Ballester. Esta última ostentará la Alcaldía el segundo año de legislatura, quedando los otros tres en la mano de Rosa Guillén.

Berná, con la cara desencajada durante los cerca de 25 minutos de sesión, rehusó hacer declaraciones para «mantener la tradición de que sea el elegido el único en tomar la palabra». Por su parte, la alcaldesa agradeció «el apoyo los votantes socialistas y del resto de partidos políticos». Guillén lanzó incluso un llamamiento al PP para «trabajar juntos; todos somos vecinos y tenemos que permanecer unidos». En cuanto al pacto de gobierno, Guillén apuntó a que «hemos repartido todas las concejalías en partes iguales y vamos a integrarnos todos en las comisiones de gobierno para trabajar juntos en un proyecto para todos». Ballester, por su parte, mostró su conformidad con «esta nueva manera de hacer política de consenso con un gobierno plural que determine lo mejor para el pueblo». Mucho más escueto fue el líder de Ciudadanos, Domingo Guillén, quien tan solo apuntó que «Albatera necesitaba un cambio».

Las reivindicaciones como alcaldesa de Guillén no se hicieron esperar. Al término de la sesión ya participó en una protesta junto al Ayuntamiento para reivindicar la construcción del Colegio Público Cervantes (donde Guillén trabaja como docente), cuyos terrenos cedió el Ayuntamiento en 2002 para su construcción.

Alcalde por sorpresa

La investidura del nuevo alcalde de Cox, Miguel Ángel Gambín (Ciudadanos) fue una sorpresa incluso para algunos de los vecinos que asistieron a la sesión plenaria de ayer, que esperaban que el candidato del Partido Popular, Tayo Pineda, conformara un gobierno en minoría. Pero no puedo ser. Las otras cuatro fuerzas políticas que concurrieron a las elecciones (el PSOE con tres ediles, el partido de Albert Rivera, con dos ediles; Compromís con un edil y EU con otro concejal) sellaron un pacto pocas horas antes del pleno para impedir que los populares siguieran gobernando. De esta forma, sólo hubo dos alcaldables que alzaron la mano cuando el secretario preguntó qué candidatos se postulaban como regidores, que fueron el del PP y el de Ciudadanos. La votación se realizó a mano alzada, sumando Pineda seis apoyos frente a los siete de Gambín. El desconcierto fue tal que hubo algunos funcionarios del Ayuntamiento que le trasladaron después al nuevo regidor que no tenían ni idea de que si iba a materializar ese cambio de gobierno. Miguel Ángel Gambín recibió la vara de mando de manos de Pineda, que presidió la sesión por ser el concejal electo de mayor edad. El nuevo alcalde dijo durante su discurso que es para él «un orgullo, un honor y una gran responsabilidad tomar posesión de la Alcaldía». Prosiguió que desde ayer dio comienzo «una nueva etapa de diálogo y consenso entre todos, incluido el PP, para hacer de Cox un pueblo mejor, más democrático, con participación ciudadana y transparencia». A la sesión no acudió el exregidor cojense, Carmelo Rives (PP), quien decidió no concurrir a estos comicios cediendo el liderazgo del partido al hasta entonces número dos, Tayo Pineda, que pasa ahora a la oposición.

Regidor independiente

En Granja de Rocamora Javier Mora (Independientes Granja) es desde ayer el nuevo regidor gracias al apoyo del partido socialista liderado por José Manuel Nadal. Las dos formaciones han firmado un pacto de gobierno para acabar con 36 años de mandato del Partido Popular con José Rocamora como alcalde, el único que ha tenido el municipio en democracia. En los pasados comicios, los independientes obtuvieron cuatro concejales y los socialistas dos, frente a los cinco del PP. El acuerdo de gobierno del bipartito fue el primero en hacerse público en la comarca de la Vega Baja y el hasta entonces regidor del PP anuncióque renunciaba a liderar la oposición por los malos resultados, renunciando a su acta.