La política nunca ha estado ausente del recinto de las Eras de la Sal y del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja. Desembarco de cargos públicos del Gobierno central, presidentes y conselleres de la Generalitat Valenciana, seguido de amplio acompañamiento de los suyos, declaraciones en el descanso, mucha foto, discursos más o menos protocolarios e incluso anuncios sobre gestión, aprovechando el tornavoz torrevejense como foco de difusión mediática. Todo aliñado siempre con un gran despliegue de fuerzas de seguridad.

Pero cuando en la velada ayer, antes de que comenzaran a sonar las habaneras, la presentadora Carolina Casado anunció la intervención del alcalde de Torrevieja Jose Manuel Dolón (Los Verdes), y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig el discurso político lo impregnó todo. Casado invitó a ambos a subir al escenario. Alguien entre el público, ya algo cansado del retraso de diez minutos en el comienzo de la gala, exclamó: «¿Van a cantar?»

El alcalde de Torrevieja José Manuel Dolón (Los Verdes) hizo una corta pero sorprendente intervención reivindicativa, correcta en las formas, y de marcado carácter político para dar la bienvenida al mandatario del PSOE. Reclamó que a Puig que «cuente con Torrevieja para conseguir sus objetivos de mejora marcados por su gobierno», aseguró que la comarca de la Vega Baja se ha mantenido «aislada» de la gestión autonómica con respecto al resto de la Comunidad, reclamó los servicios e infraestructuras de las que carece la ciudad, incluso hizo alusión de paso al polémico informe que sitúa a Torrevieja a la cola de la renta de España. Finalmente, a sabiendas de que hay sintonía ideológica con el gobierno en la Comunidad, le recordó que «el sur también existe».

Puig, con menos convicción que el alcalde ecologista, agradeció el regalo de artesanía salinera con el que fue obsequiado que demuestra, dijo, «que es esta ciudad, la modernización que ha tenido a lo largo de estos últimos años. Y es que, la Comunidad Valenciana no se entiende sin Torrevieja », para finalizar, y a raíz del discurso que le ofreció Dolón, prometió que «tanto él como su gobierno serían aliados permanentes de la Vega Baja y de Torrevieja».

Inmediatamente después se produjo la reacción indignada en las redes sociales de algunos de los representantes del Partido Popular presentes en el acto. El exvicepresidente del Patronato de Habaneras Luisma Pizana dijo que se sentía avergonzado de lo que había sucedido y que se trataba de un «uso indecente las habaneras». Mientras tanto el vicepresidente de la Diputación y exalcalde de Torrevieja Eduardo Dolón, tras dos jornadas de polémica, el miércoles recuperó ubicación en al primera fila del aforo, junto al resto de autoridades, tras hacer valer su rango protocolario y de representante de la institución provincial en el Certamen. Aunque desde la organización insisten en que ese cargo no tiene protocolo se ha preferido, dicen, no alimentar más esta pequeña batalla por la visibilidad.