Gestión mixta, municipal o indirecta, pero nunca un servicio sin contrato como el actual, ni fórmulas de convenio directo con una empresa. El concejal de Contratación José Hurtado (Los Verdes) ha ordenado el inicio del expediente para adjudicar el servicio de transporte urbano de Torrevieja que en estos momentos realiza Costa Azul sin contrato. El equipo de gobierno pentapartito ha solicitado que en los informes técnicos se contemplen los costes y características de varias alternativas a fondo. Desde la municipalización -la más improbable por la inversión inicial a realizar-, pasando por la adjudicación a una empresa tras un concurso público y una gestión mixta empresa-municipio.
Cualquiera que sea la elección sería un cambio total del modelo actual iniciado en la década de los noventa a través de un concierto con la empresa Costa Azul. Durante más de dos décadas el municipio ha mantenido que el se servicio no se podía sacar a concurso porque los recorridos que realizan las actuales siete líneas entre el casco urbano y urbanizaciones son en realidad una concesión administrativa de tráficos de la Generalitat a Costa Azul y por lo tanto no hay alternativa a esta mercantil. Hurtado asegura que sí la hay y está avalada por los informes de los técnicos, que además se habían pronunciado sobre distintos aspectos de este servicio municipal antes del relevo en el gobierno municipal.
Mejoras
Hay varios motivos de peso para llevar a cabo esta tramitación, según Contratación. El primero y más importante es que se están pagando cantidades millonarias a la empresa que presta el servicio con notas de reparo de Intervención al no contar con contrato - el bus urbano le cuesta al municipio casi 3 millones de euros anuales-. El segundo es que todos los grupos políticos que forman el actual gobierno de coalición llevan en su programa electoral la mejora sustancial de un servicio expuesto a las críticas de muchos vecinos por su falta de frecuencia -la mayoría de una hora-, líneas y paradas en condiciones.
La principal réplica a ese argumento por parte del anterior equipo de gobierno del PP es que el transporte urbano es gratuito. Un gran aliciente cuando se puso en marcha. Basta con demostrar el empadronamiento -de hecho aumentar el censo fue la justificación de la gratuidad- y pagar una tarjeta anual que cuesta siete euros. Sin embargo, muchos usuarios están dispuestos a pagar billete, como en el resto de ciudades, a cambio de una prestación que sea fiable.
