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La discoteca más grande de Torrevieja carecía de sistema de incendios y de evacuación

El Consell propone una sanción superior a los cien mil euros para la «222»

La mayor discoteca de Torrevieja carecía de sistemas de seguridad

Hidrantes contra incendios sin conectar a la red de agua potable, cableado anclado sin aislamiento a las cubiertas de madera y cañizo sin protección, un sobreaforo de más de 600 personas o la principal puerta de salida de emergencia bloqueada por el tráfico de la Avenida de Mariano Ruiz Cánovas. Esas son algunas de las deficiencias detectadas por los técnicos municipales y de la Guardia Civil y que solicitaron el cierre inmediato de la discoteca 222 Tropic, a finales de agosto, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, por poner en «grave riesgo a los trabajadores y a los usuarios».

La Generalitat Valenciana ha confirmado la medida cautelar de cierre realizada inicialmente por el Ayuntamiento a finales de agosto con una propuesta de sanción que supera los cien mil euros. Mientras que la instrucción de este expediente no se resuelva el establecimiento no podrá abrir sus puertas. Fuentes de la empresa aseguraron ayer que la Guardia Civil se ha «excedido» en «algunas» de las observaciones realizadas y que el Ayuntamiento debería considerar las medidas cautelares dictadas por un juez hace dos años para validar el funcionamiento del local y previas a resolver si la licencia con la que cuenta ampara su actividad, que fueron comprobadas por el Ayuntamiento. La mercantil ha comenzado a invertir para revolver parte de los problemas detectados.

Las inspecciones

El sistema contra incendios era muy insuficiente. Los hidrantes del interior del recinto no funcionaban. No estaban conectados a la red de agua potable del exterior -algo que cuesta dinero porque exige contar con determinado nivel de presión y un depósito de reserva-.

Algo considerado por los agentes que realizaron la inspección como una «temeridad peligrosa». El complejo nocturno carece además de otro hidrante obligado por la legislación para locales de su entidad en la zonas de acceso. Otro indicado sobre el plano que la empresa presentó al ayuntamiento no existe sobre el terreno. En su lugar hay un cuadro eléctrico y una caja de contadores de agua.

El recinto carecía de cinco extintores obligatorios para zonas estratégicas, como las barras en las que se encontraban cuadros de fusibles de alto voltaje, junto a bebidas alcohólicas. La mayor parte del cableado tendido eléctrico y el necesario para conectar el equipo de audio y vídeo carecía de protección de aislamiento y canalización. Estaba anclado a las paredes de madera y el material de cubierta de cañizo que ha caracterizado a este local playero en los últimos treinta años. Algo con un alto potencial de provocar cortocircuitos, máxime cuando la propiedad no pudo certificar que la madera, presente en el 40% de la estructura de un local de más de 1.550 metros cuadrados, estuviera tratada con material ignífugo.

Aire libre

Además, el establecimiento al aire libre utiliza un sistema de refrigeración con aspersores que aplicaba agua pulverizada que también empapaba esos cables, siempre según esos informes, aunque la empresa alega que muchos de ellos ya no tenían uso y no se retiraron. Además la alarma contra incendio no funcionaba porque tenía un fallo eléctrico. Por otra parte, solo una de las tres salidas de emergencia está en condiciones de utilizarse sin problemas. En una se interpone una fuente de agua y la otra, la más importantes y que además ese el principal acceso a la discoteca, «es peligrosa para la evacuación ya que se sale directamente a una carretera muy transitada (la avenida de Mariano Ruiz Cánovas) y los vehículos pueden atropellar a los usuarios». Mención aparte son «la alteración del orden» en el exterior y que también se señala en los informes.

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