El franciscano Antonio Turpín, de 75 años, capellán del FC Cartagena, recibió sepultura ayer en Orihuela tras una misa en la iglesia de San Francisco. Turpín se hizo famoso por una frase que sirvió de campaña al club cartagenero: «Bienaventurados los que creen, somos la ostia». REDACCIÓN