El embajador de Cuba en España, Eugenio Martínez Enríquez, fue recibido ayer en el Ayuntamiento por el alcalde, José Manuel Dolón, y se comprometió «a mantener la unión entre ambos pueblos», además de anunciar un convenio que asegure el intercambio cultural a través del Instituto Cubano de la Música, que se concretará este verano con la participación en de un coro cubano en la fase de competición del Certamen Internacional de Habaneras y la visita de coros torrevejenses a Cuba. Ayer por la mañana el embajador fue recibido en el Ayuntamiento, agasajado con un barco de artesanía salinera, acudió al Colegio Cuba donde el coro del centro interpretó la popular «Golondrina de Amor», se hizo la foto en el parque de La Habana y realizó una amplia visita a la explotación salinera, donde se interesó hasta el detalle por la producción de esta industria. La llegada del embajador cubano Eugenio Martínez Enríquez ha sido histórica. Hay que remontarse a 1955, coincidiendo con los primeros pasos del Certamen de Habaneras, para documentar otra. La vinculación de la ciudad y Cuba viene de la mano del comercio marítimo de cabotaje, de esos viajes de intercambio y del canto de habaneras, cuyo origen no está definido históricamente pero que las gentes de Torrevieja siempre han querido situarlo en La Habana de antiguos relatos.

Torrevieja está hermanada con la ciudad de La Habana Vieja desde 1986. La relación no volvió a recuperarse. El alcalde instó ayer a retomar el camino. Se trataba más de una visita enmarcada en el ámbito de lo sentimental. En aquello que en 1955 trasladó el embajador Antonio Iraizoz de que en Torrevieja "no se cansan de querer a Cuba".

Sin embargo, la mención política también estuvo presente. La oposición del PP -que estuvo presente en el acto de izada de la bandera cubana- reprochó que los integrantes del pentapartito de izquierdas no hicieran alusión al proceso democrático que garantice derechos y libertades en Cuba. El embajador sí citó en su discurso en las Eras de la Sal el esfuerzo del pueblo cubano durante décadas por mantener su independencia.