Los vecinos del Camino Viejo de Callosa, a las afueras de Orihuela, están «hartos» de que el continuo trasiego de camiones «las 24 horas del día, 365 días del año» les quite, literalmente, el sueño. Y no solo porque «cargan y descargan a cualquier hora» sino porque, y esto es mucho más grave, aseguran que los grandes tráiler que cargan y descargan en una nave hortofrutícola a mitad del camino, les han ocasionado numerosos desperfectos en sus viviendas, hasta el punto de derribar las fachadas, vallados o postes de luz a su paso.

Tanto es así, que algunos de ellos se han visto obligado a construir sus propios bolardos para tratar de que, «lo que rompan, sean los pivotes y no nuestras casas», asegura la propietaria de una vivienda situada justo enfrente de la entrada a la nave, y que se lleva la mayoría de estos «accidentes» en su domicilio.

El problema radica en que, al tratarse de un camino de un núcleo rural, «de apenas seis metros», no reúne las condiciones para el tránsito de estos camiones que, para más inri, circulan en ambos sentidos pese a la prohibición que indica que los vehículos pesados solo pueden girar en una dirección. Cuando dos de estos camiones se juntan en sentidos contrarios, se ven obligados a pegarse demasiado a las fachadas de las viviendas, y es ahí cuando se producen los destrozos.

Los vecinos llevan años denunciando esta situación al Ayuntamiento, y exigen que decrete el cierre de la mercantil «que no tiene la Declaración de Interés Comunitario necesaria para tener actividad en un suelo rural, pues esto no es un polígono y se necesita este permiso para desarrollar cualquier tipo de actividad», señala esta vecina, «como me reconoció la propia Antonia Moreno -exedil socialista-».

Los residentes aseguran que llevan sufriendo este problema desde hace 18 años. La mercantil comenzó con una actividad mínima que ha ido creciendo a lo largo del paso del tiempo. «La gota que colmó el vaso fue la apertura de la circunvalación -señala otro vecino-. Antes solo venían camiones pequeños, pero el hecho de tener la circunvalación al lado hace que el tránsito sea continuo.

A la salidad de la nave, una señala obliga a los camiones a circular hacia el lado contrario a la circunvalación, pues la entrada se sitúa en esta vía, pero «los camiones hacen lo que les da la gana, y ya no podemos más. Se trata del descanso, la tranquilidad y de evitar destrozos cada dos por tres».

El edil de Cambiemos Orihuela, Karlos Bernabé, se ha hecho eco de estas demandas vecinales y ha exigido acceso al expediente de la licencia de esta mercantil, para comprobar si, efectivamente, carece de la DIC, aunque el edil apunta a que «parece el típico caso de empresario mediocre que se alía y compincha con políticos más mediocres todavía para promover un uso irracional y especulativo del sueño.