Más de 12.500 alumnos han comenzado hoy el curso escolar en el municipio de Orihuela, donde el inicio de las clases se ha retrasado un día con respecto al resto de la Comunitat Valenciana debido a que ayer jueves se celebaba el día de la patrona, la Virgen de Monserrate.

Según los datos provisionales facilitados por la Generalitat a la Concejalía de Educación de Orihuela -puesto que el periodo de matriculación sigue abierto-, son un total de 1.926 alumnos los que han comenzado en Infantil; 4.657 en Primaria; 3.423 en la ESO; 1.070 en Bachillerato y 1.523 en ciclos formativos, a los que se suman 48 alumnos de Educación Especial.

Los datos la ofrecido esta mañana la concejala del área, Mónica Rocamora, quien ha asistido a un acto de apertura del curso en el colegio Jesús María acompañada por otros concejales del municipio y diversos cargos del PP valenciano, como la presidenta del partido a nivel autonómico, Isabel Bonig, así como Eva Ortiz, Pepe Císcar o Juan de Dios Navarro.

La elección de ese centro oriolano para inaugurar el curso escolar, que cumple este año su 50 aniversario, ha tenido una evidente intencionalidad política para defender el ideario del PPCV y atacar la política educativa de la Generalitat. Se trata de un colegio concertado que este año ha perdido tres aulas -una de Infantil, una de apoyo a la integración y otra de ESO, con sus correspondientes docentes- debido a que ha bajado el número de matriculaciones.

Desde el equipo directivo han criticado este hecho al considerar que el Consell debería haber mantenido al profesorado que estaba adscrito al colegio para poder prestar una mejor atención a los estudiantes (170 en total) que provienen de diferentes "estratos sociales, razas, religiones o de programas de protección al menor", ha manifestado la dirección. Lo que más les ha molestado es que ni si quiera han conseguido que una delegación de la Conselleria les visitara para conocer la realidad del centro y la labor que realiza antes de reducir el número de docentes.

Bonig ha manifestado que han ido hoy a ese centro "para mostrar una realidad" a los que "hablan con desprecio de la concertada refiriéndose a centros clasistas" y donde en realidad "hay familias de toda condición y de diferentes religiones".

La presidenta del PP valenciano también ha dicho que no van a consentir "imposiciones" con respecto a la lengua valenciana y ha defendido que esta es una "comunidad bilingüe, con zonas castellanoparlantes, y queremos que los alumnos hablen castellano y valenciano, y también inglés" pero ha considerado que "hay que respetar el derecho de los padres a elegir".

"No se puede demonizar la concertada. Queremos que el Consell se siente a dialogar, a negociar, que no enfrente a unos ciudadanos contra otros y que bajen a la Vega Baja, a Orihuela, y que conozcan la realidad. La gente se siente valenciana y quiere aprender valenciano, pero no con imposiciones", ha proseguido".

Por su parte el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, ha criticado que la Conselleria "no ha hecho los deberes" y los alumnos del IES Playa Flamenca no han podido empezar sus clases hoy, y "no se sabe si lo harán el lunes", según él, porque el nuevo edificio construido tras años en barracones no estaba totalmente listo para empezar a funcionar desde hoy.