Los cementerios de toda la comarca de la Vega Baja recibieron ayer la visita de miles de personas para honrar a sus seres queridos coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, en una jornada más calurosa de lo habitual teniendo en cuenta la época del año, que animó a muchos a realizar esa visita en las primeras horas de la mañana, por lo que a partir del mediodía la afluencia descendió notablemente. Esta circunstancia, unida al puente festivo, que hizo que otros tantos adelantaran al fin de semana su presencia en los camposantos.

Aun así, la afluencia masiva de todos los vegabajeros se hizo notar, y pese a los problemas habituales de acceso y aglomeración, no hubo incidentes destacados y la jornada se desarrolló con normalidad. En Orihuela, el dispositivo de seguridad cortó el acceso a vehículos en la cuesta que va hacia el camposanto, a la altura del Bar Ruiz. El solar junto al establecimiento y uno de los carriles para cada sentido de la carretera que une Ociopía y la Nacional 340 sirvieron de un aparcamiento que, en ocasiones, se quedaba escaso, por lo que también hubo quien optó por aparcar en los alrededores de la Nacional. La de ayer fue la jornada de colofón a unos intensos días de afluencia al camposanto, pues muchos de los visitantes ya habían acudido días atrás a dejarlo todo preparado para, ayer, dejar las flores a sus seres queridos como símbolo de que aún siguen en su recuerdo.

El grupo de auroros del Raiguero de Bonanza se encargó de interpretar los cantos por la salvación de las almas en pena, reconfortando a los familiares que acuden a recordar a los seres queridos que ya no están. Esta nota musical única, que nace del alma y sin igual, hace la visita al cementerio oriolano distinta a la de cualquier otro municipio.

En Torrevieja la jornada se saldó también sin incidentes reseñables además de los problemas de accesibilidad para los peatones desde el núcleo urbano. El resto de municipios de la comarca y sus pedanías también se entregaron en masa a visitar sus respectivos camposantos, llenando de color el lugar de descanso de sus seres queridos con los ramos de flores como ofrenda por excelencia.