La Federación de Asociaciones de Orihuela Costa (FAOC) ha trasladado al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), «el sentimiento de desazón y desconfianza en la gestión de su equipo de gobierno que impera a día de hoy entre los residentes de la costa ya que, a pesar de las expectativas creadas en el inicio de esta legislatura, sigue siendo patente la ausencia de una adecuada política de inversiones y servicios públicos que, por lo menos, mitigue el déficit histórico que afecta al litoral».

La agrupación de asociaciones critica que durante 2016 fueron aprobadas en pleno numerosas mociones que no han sido ejecutadas, tales como el desdoblamiento del puente sobre la AP-7 ; la revisión del estado de los parques y la adhesión a la Asociación Española de Parques Públicos; el arreglo de la carretera de Villamartín o el desarrollo de un proyecto para la solución a la acumulación de aguas pluviales en la calle El Carmen de La Zenia. Señalan asimismo que tampoco se ha realizado la reparación de los acantilados de Cabo Roig y Cala Capitán; el necesario asfaltado de algunas calles, la dotación y reparación de contenedores o la mejora de la frecuencia y calidad de la limpieza y aseos urbanos, entre muchas otras cuestiones.

También dicen ver «con gran preocupación» el elevado crecimiento urbanístico que está registrándose en algunas zonas de Orihuela Costa «y que ocasionará un aumento exponencial de las necesidades». «El colmo de esta grave situación será la construcción de 1.500 viviendas en Cala Mosca, terminando así con uno de los parajes naturales de mayor belleza paisajística del levante español».