Medio centenar de funcionarios se manifestó ayer a las puertas del Ayuntamiento para exigir el cobro de más de 40.000 euros en horas extra pendientes desde el primer trimestre de 2016, hace ya un año. Estos impagos, sin embargo, no son más que la gota que colma el vaso ante el retraso, también de un año, en la «entrega de vestuario reglamentario, debiendo desempeñar nuestro trabajo con camisas, pantalones e incluso zapatos rotos, porque no se cumple en lo recogido en el acuerdo de condiciones de trabajo», apuntó Antonio Lucerón, en representación de UGT, en lo que coincidió Francisco Cánovas, del SPPLB, otro de los sindicatos que junto al CSI-F convocó la protesta. La necesidad de renovar el parque móvil también fue denunciada, con vehículos «catalogados como históricos, de más de 20 años, que ya no pagan ni el sello».

A los funcionarios se les ha agotado la «paciencia» que les exigió el edil de Recursos Humanos, Rafael Almagro, tras más de un año de reivindicaciones. Por tanto, apuntaron a que la plantilla no realizará horas extra en el Mercado Medieval de este fin de semana, y tampoco para la Media Maratón del próximo día 12.

Almagro, por su parte, quitó hierro a estas advertencias, y dijo a que «no creo que dejen de prestar el servicio, lo dirán como medida de presión». El edil se limitó a reiterar lo dicho en los últimos días, que el asunto «está en Intervención y se pagará en febrero». Y aunque quiso aclarar que la protesta era solo de agentes de la Policía Local, lo cierto es que, aunque eran mayoría, entre los manifestantes había personal de las brigadas municipales, conserjería, o personal administrativo del Ayuntamiento, a los que también se les adeudan horas pendientes, y en algunos casos ya no del primer trimestre de 2016, sino «desde 2014», apuntó uno de los funcionarios afectados. El edil de Recursos Humanos añadió que se trata de un problema de falta de presupuesto y de personal, ya que «lo ideal es que no tuviera que hacerse ninguna hora extra». Algo que, al mismo tiempo, reconoció que no era posible «a corto plazo» por falta de dinero para contratar personal.