Los técnicos de la Conselleria de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana apuestan por la huerta de Orihuela y su sistema milenario de regadío, a través de la red de acequias, azarbes y norias, para que la ciudad consiga una distinción de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como pretenden los responsables municipales. Así lo aseguraron abiertamente en las conferencias que se sucedieron en la ciudad el pasado martes para abordar las distintas opciones de Orihuela para optar por este reconocimiento internacional que se convierte en un espaldarazo turístico de primero orden.

Los responsables municipales, en una reunión previa a puerta cerrada, expusieron las bondades del patrimonio cultural y monumental de la ciudad, la singularidad de la Procesión del Santo Entierro, con la figura del Caballero Cubierto como elemento diferenciador, al ser la única persona que puede entrar a un templo eclesiástico sin descubrirse gracias auna bula papal de 1620, pero ninguna de ellas tendría la fuerza suficiente para obtener dicho reconocimiento, consideran los expertos. El motivo radica en que, como señalaron tanto la jefa de servicio de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, Consuelo Matamoros; como el técnico inspector de Patrimonio, Luis Pablo Martínez y el técnico de Etnología de la dirección general de Cultura y Patrimonio de Cultura del Consell, Javier Martín, «la Unesco apuesta por distinciones en las que se parta de un sentir popular, que la ciudadanía se identifique con la misma, y en el caso de la Procesión del Santo Entierro es el Ayuntamiento quien la organiza». En cuanto al patrimonio cultural, de edificios nobles e iglesias, los técnicos aseguraron que el gran número de peticiones de los últimos años ha hecho que se endurezcan los criterios y, «para entendernos, ya hay muchos castillos, y ahora lo que se busca es algo más original».

Por eso, desde la Conselleria, ven más factible apostar por la huerta, porque «es un sistema, el de riego, que se ha conservado durante siglos, gracias a los propios agricultores, y ese sistema, tanto el de reutilización del agua, su nomenclatura, con esas aguas vivas y aguas muertas, y el sistema de norias, son únicos», lo que podría proyectarse como un valor patrimonial».

Urbanismo

Sin embargo, coincidieron en focalizar mucho en que se trataría del sistema de regadío en sí y no el conjunto de la huerta como tal, pues «el urbanismo ha destrozado el paisaje de la huerta de Orihuela y de toda la Vega Baja, que ya no se conserva como antaño, pero sí lo hacen esos canales, acequias y norias». Además, ese «sentir popular» al que hacen referencia los técnicos a la hora de apostar por esta distinción, tiene su apoyo en asociaciones como la reciente Asociación de Amigos de las Norias Gemelas Moquita y Pando. Una infraestructura ya por sí sola peculiar debido a que se trata del único conjunto de norias gemelas del que se tiene constancia, y ya se está impulsado, gracias a esa entidad, su declaración como Bien de Interés Cultural.

Aun y así, y como ya publicó ayer este diario, cualquier intento de obtener estos reconocimientos deberá esperar, al menos, hasta el 2024, pues las propuestas españolas, que se presentan cada dos años, están ya seleccionadas hasta 2022, y para la próxima candidatura, la de 2024, ya hay 17 peticiones en lista de espera. Otro de los bienes a los que podría optar Orihuela, y que desde el equipo de gobierno apuntaron ayer que se están barajando tras estas jornadas, es el Palmeral de San Antón, mediante una ampliación de la declaración de Patrimonio de la Humanidad del de Elche, o el mismo reconocimiento de los Juzgados Privativos de Aguas de Orihuela y la Vega Baja a y través de una ampliación de los Tribunales de Aguas de Valencia.

Conscientes de que, como señalaron técnicos, las iniciativas de las propuestas deben partir del ámbito social y no de las instituciones, el edil de Patrimonio apuntó ayer que «desde el Ayuntamiento fomentaremos y colaboraremos en todo lo necesario para que Orihuela obtenga el reconocimiento que merece, ya que los oriolanos nos han mostrado su interés en este proyecto e iremos con ellos de la mano». Un proyecto que necesitará de muchos años de trabajo para poder llegar a ser una realidad, así como de una definición muy concreta de por qué se quiere apostar para lograr que la Unesco lo considere como un Patrimonio de la Humanidad.