Son procesiones que imitan a las de la Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional pero que se realizan en miniatura, con tronos adaptados a los más pequeños y con todo lujo de detalles. Cuentan con los cargos y personajes más característicos de la tradición municipal como Los Armaos, el Caballero Cubierto, las mantillas y hasta el obispo, y ponen de manifiesto que los más pequeños llevan en los genes la ilusión por mantener viva la costumbre oriolana.

Cientos de escolares participaron ayer en las primeras procesiones de Orihuela agrupados en torno a tres colegios: Nuestra Señora del Carmen, Diocesano Santo Domingo y Oratorio Festivo de San Miguel. Cada una de ellas cuenta con sus singularidades y discurre por un recorrido diferente, pero todos sus integrantes comparten la misma ilusión por integrarse desde pequeños en la tradición.

Los 509 escolares del Carmen, con túnicas de color crema, fueron los primeros en desfilar en Viernes de Dolores. En esta ocasión estrenaron el paso de El Lavatorio, que se unió a los de la Samaritana, La Santa Cena, Los Azotes, la Virgen del Consuelo, la Oración en el Huerto y Nuestro Padre Jesús.

El Colegio Diocesano Santo Domingo siguió después con su procesión protagonizada por los alumnos de Educación Infantil. El desfile se realizó por el interior del histórico edificio y también en el exterior, donde se concentraron decenas de padres, madres y familiares para ver el acto. Lo más sorprendente y característico de esta procesión es la sencillez de los materiales que se utilizan para la elaboración de todos los elementos como cartulinas, bolsas y papeles de diversos colores y texturas, cola escolar... Este año se ha añadido un trono más, «El Cristo de las Santas Mujeres». Los escolares portaron estandartes y cirios y acudieron caracterizados de nazarenos, pretorianos, guardias, pebeteros, mayordomos, armaos, mantillas, músicos, costaleros y todos los cargos que se configuran en torno a la Semana Santa.

El último en desfilar fue el Colegio Oratorio Festivo, siendo la procesión de estudiantes más antigua que se celebra en la actualidad. Su peculiaridad es que se saca en procesión imaginaría religiosa real aunque a pequeña escala y se desarrolla en un tono sobrio y elegante.

Su esperada aparición concentró un año más a cientos de oriolanos en las calles del casco histórico, oriolanos que ya ultiman los últimos detalles para iniciar mañana a primera hora la semana de pasión con la esperada Procesión de las Palmas.