Estudiantes de los centros educativos de Almoradí están participando en un programa impulsado por la Conselleria de Sanidad y el Ayuntamiento para la prevención de adicciones tecnológicas relacionadas con internet, los videojuegos, el teléfono móvil y las apuestas online. El proyecto permite detectar posibles conductas de riesgo y evaluar a nivel municipal y autonómico qué dimensión alcanza un problema que en ocasiones pasa desapercibido. Claro que hay indicadores que, a juicio de psicólogos y educadores sociales, pueden evidenciar una posible dependencia. Se empieza por conocer qué chavales se han conectado a redes sociales como Instagram, Twitter o Snapchat, entre otras, antes de las 7.30 horas, es decir, nada más despertarse, y quienes lo hicieron también hasta quedarse dormidos la noche anterior.

Las sesiones están dirigidas a alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato. Los jóvenes inician las jornadas rellenando una serie de cuestionarios en los que revelan cuáles son los patrones de comportamiento que mantienen con las nuevas tecnologías. Se formulan preguntas como si utilizan el teléfono móvil cuando están aburridos, si se acuestan más tarde o han dormido menos de lo necesario por seguir conectados a internet o si se sienten irritados cuando la red no funciona como debería.

El programa formativo está impulsado por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública a través del Servicio de Gestión de Drogodependencias y Otros Trastornos Adictivos. Así, los centros escolares que lo desean están participando en los dos programas previstos: uno para la prevención de la adicción a internet, móvil y videojuegos, dirigido a escolares de 12 a 16 años y denominado «Prev-Tec 3.1», y en los «Talleres Ludens», centrados en la prevención del juego patológico, tradicional y online, para jóvenes de 15 a 19 años.

Aburrimiento y cotilleo

«La utilización de internet a edades tempranas suele basarse en dos cosas: aburrimiento y cotillear. Eso puede denotar una falta de ocio y de recursos propios y habilidades sociales. Buscan la visibilidad en la red porque creen que si no están expuestos es que no existen», mantiene el educador social Abraham Fernández, del Instituto Social de Estudios para el Desarrollo Profesional (ISEDP). Es él quien dirige en Almoradí las sesiones para los adolescentes junto a la psicóloga Rosario Roca, de la Unidad de Prevención Comunitaria de Conductas Adictivas (UPCCA) del municipio. La misma afirma que en lo que va de año se han atendido dos casos de jóvenes adictos a las nuevas tecnologías en Almoradí y destaca la importancia de visibilizar esta cuestión para ayudar a aquellos chavales que puedan estar pasando por esa situación.

La Conselleria de Sanidad explica en su web que en la primera sesión se realiza una recogida de información sobre el patrón de uso de la tecnología correspondiente y se pasan cuestionarios específicos de adicción. Se proporciona a los estudiantes información sobre las características de cada tecnología y se proponen actividades preventivas a realizar en casa. En la segunda jornada se analizan las tareas de la semana anterior y se abordan testimonios de adicciones tecnológicas, con el análisis del problema y recursos preventivos a implementar. En la tercera de las charlas se vuelven repasar las tareas, se siguen abordando técnicas de sensibilización y se abordan nuevos testimonios de adicciones. Finalmente se realiza otro test y se evalúan los conocimientos adquiridos durante el programa.

Recursos de ayuda

Con los resultados, los profesionales que están al frente de este proyecto prestan asesoramiento a jóvenes, familiares y profesorado para estudiar los recursos disponibles para tratar los síntomas de una posible adicción, como es la atención psicológica desde la UPCCA o proyectos a nivel socioeducativo, explica Abraham Fernández.

«Muchos dicen que se conectan a redes sociales y a internet por aburrimiento, por lo que abordamos con ellos qué tipo de actividades de ocio se pueden fomentar para tener un ocio productivo, trabajar habilidades sociales y fomentar la protección del entorno familiar y escolar».

El educador social considera que, a nivel general, las familias tienen «tienen bastante información sobre esta problemática, pero a veces no se percatan de lo que está sucediendo hasta que el problema ya es latente». En ese sentido, desde el Ayuntamiento de Almoradí se está haciendo una campaña para dar visibilidad a la UPCCA, una herramienta que muchas familias desconocen pero donde pueden encontrar una atención integral para abordar este tipo de situaciones.

La concejala de Sanidad de Almoradí, Almudena Albentosa, explica que «con esta actuación podremos conocer realmente y en profundidad datos fiables de la problemática municipal en cuestión de conductas de abuso de móvil o internet y poder diseñar actuaciones más eficaces».

«Es importante desarrollar este proyecto porque se ha detectado que la gente joven cada vez es más adicta a redes sociales. Hay estudios que dicen que cada vez también hay más problemas con el tema de las apuestas y el juego online. Creemos que desde la UPCCA es una oportunidad importante adherirnos al estudio de Conselleria para contribuir a desarrollar la estadística de la problemática que existe», concluye la concejala Albentosa.