Las imágenes de dos operarios de las brigadas municipales del Ayuntamiento de Orihuela en las que se puede ver a ambos mojando sus rodillos de pintura en el propio caudal del río Segura, desató una fuerte polémica ayer, con la difusión de estas instantáneas por las redes sociales.

Los trabajadores municipales son los que están dando los últimos retoques de pintura al nuevo escudo que luce ya en el azud del río, y que es visible desde el Puente Nuevo. Sin embargo, estos empleados, el pasado martes sobre las 13 horas, decidieron poner a remojo sus rodillos en el cauce, y ese instante fue captado por una ciudadana, Laura Gómez, periodista de profesión, quien ayer subió las fotografías a sus perfiles en las redes sociales preguntándose si lo que estaban haciendo era limpiar sus aparejos en el río, lo que desató un torbellino de reacciones.

Entre los sorprendidos e indignados, el edil de Infraestructuras de Orihuela, Juan Ignacio López-Bas, que anunció que iba a investigar el asunto para llegar a sus últimas consecuencias. La primera de ellas es la apertura de un expediente informativo a los dos trabajadores, quienes deberán rendir cuentas también a la Concejalía de Medio Ambiente, que hoy los ha citado para que den explicaciones sobre un hecho que podría acarrearles sanciones si se demostrara que han vertido pintura al río.

En las instantáneas se ve a uno de los trabajadores municipales introduciendo un rodillo de pintura en el cauce, en el azud, y al otro sujetando su aparejo para secarlo después de sacarlo del río, lo que se intuye por las gotas que caen.

El edil de Infraestructuras, Juan Ignacio López-Bas, señaló a INFORMACIÓN que los hechos son «muy graves» si se confirman y anunció que el Ayuntamiento actuará, como con cualquier otro ciudadano, tramitando una denuncia de terceros aportando las fotografías, para que los operarios puedan hacer sus alegaciones. «Saben que no se puede verter pintura al río y el hecho lo agrava el que sean empleados municipales quienes, supuestamente, lo han hecho, ya que tienen formación para no hacer algo así», dijo.

«Son rodillos nuevos»

Los trabajadores aludidos, por su parte, negaron ayer a este diario haber vertido «una gota de pintura» ya que aseguran que los rodillos eran nuevos. «Podemos demostrar que son rodillos que nunca se han usado porque tenemos los justificantes de compra. Los trajo nuestro encargado y lo que hicimos fue remojarlos para que al otro día la lana estuviera suave para pintar, y no tenían residuos», explicó Manuel Lora, uno de los operarios expedientados.