Un grupo de vecinos de la pedanía oriolana de La Murada (3.000 habitantes) presentaron ayer más de 1.000 firmas en el Prop de Orihuela para pedir al Ayuntamiento de Orihuela que les informe sobre las obras que se han realizado en un local de la calle Ocho de Diciembre «en circunstancias extrañas y en horarios intempestivos», según aseguran en el escrito. La edil de Bienestar Social, Sabina Galindo, señaló a los vecinos que iba a destinarse a Centro Social Integrado Educacional, según explicaron ayer.

En teoría estudiarían allí niños musulmanes para facilitar su integración. Sin embargo, desde hace unos días, al local sólo acuden hombres y hay un tránsito continuo de personas entrando y saliendo por las noches, tras comenzar el Ramadán, según estos mismos vecinos, aunque oficialmente no se ha abierto al público.

Los firmantes piden al Ayuntamiento de Orihuela la paralización de la actividad que se está desarrollando allí, de la que denuncian su «secretismo», y critican que se emplee el local privado para una supuesta actividad de integración social y cultural «al margen de las instalaciones existentes y de uso público para todos los demás ciudadanos».

«No nos gusta la falta de transparencia y no tenemos nada en contra de las creencias de cada uno pero si es un lugar de culto que se nos informe a los vecinos, y que quede claro que no es un asunto ni racista ni contra una religión», señaló un vecino, Vicente Pérez.

Reunión con el alcalde

Los vecinos, que están terminando los trámites para convertirse en asociación, piden al alcalde, Emilio Bascuñana, una reunión en la que les aclare las circunstancias de las obras y la actividad que se está realizando en el local. «Hace cuatro meses que le pedimos que se reuniera con nosotros, pero no nos ha contestado por lo que a ver si poniéndolo por escrito lo hace», señaló a las puertas del Prop una de las vecinas, Elisabeth Martínez. Los firmantes se muestran muy molestos por la «falta de atención de nuestro alcalde».

En el escrito presentado ayer, junto a las firmas, los vecinos manifiestan «su disconformidad, preocupación y desasosiego... por los actos y actividades que se están llevando a cabo en el local... solicitando la inmediata investigación e intervención de los responsables del Ayuntamiento de Orihuela».

Las obras del local, según los vecinos, han causado innumerables molestias. «Oímos taladros y golpes a altas horas de la noche», según Martínez. «En enero la policía paralizó las obras por falta de licencia». Sin embargo, en marzo, el Oficial Mayor señaló, en respuesta a un escrito de febrero, que contaba con licencia de obra y declaración responsable, pero no se decía nada de la licencia de actividad.