Quienes me leéis sabéis que, en mis tribunas -y también cuando hablo- utilizo muchos refranes, porque son como la vida misma. En esta ocasión no haré una excepción. Un refrán asegura que «perro no come carne de perro», pero la realidad -dicen- supera la ficción y este caso que me ocupa es un claro ejemplo, porque, aunque están prohibidas las peleas de canes -prometo no avisar al Seprona para detenerla- la «contienda» está asegurada, ya que en Orihuela todo es diferente, por lo que aquí, en «su pueblo y el mío» -con tu permiso, Miguel-, «perro sí come carne de perro», como en China.

Los contendientes están preparados para fajarse y llevar un «trofeo», en plan muesca en la «cacha» del revólver, a su vitrina, lo que no quiere decir que se vaya a exhibir en público, salvo que, en «petí comité» -sin luz ni taquígrafos-, se quiera «fardar» dejando claro que, como David «El Gnomo», «soy siete veces más fuerte que tú», por lo que si te «espolso» un "collejón" te vas a enterar de lo que vale un peine. ¿«Sa» o qué?.

Está claro que «a la guerra» -en el sentido figurado de la palabra- hay que ir con las mismas armas que el «enemigo», pero no hay que acudir a la batalla a matar moscas a cañonazos. Todo lo contrario; te vas a la tienda de mi amigo José Luis, le compras un bote de «fli» y ¡ya está!. Gaseas al rival, en plan anestésico inmovilizador, no con gas mostaza, y, si este no va protegido, te dura menos que un «chambi» en la puerta de un colegio, porque él sólo -el «chambi»- se derrite y se queda en «na». Nosotros miraremos el cadáver del enemigo pasar y «aquí paz y después gloria» -nada que ver con mi Armengola, Gloria Valero-, por lo que «a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga", ¡y a otra cosa, mariposa!. ¡ «Entre gitanos no se leen las manos, amigo»!.

Lo «grasioso» es que los contendientes están dispuestos a recibir «fuego amigo» con tal de salir airosos del envite, aunque mucho me temo que, gane quien gane, quien saldrá perdiendo -como casi siempre- será el pueblo, porque la cosa no pintará bien y -creo- repercutirá -¡ojalá me equivoque!- en la gestión que deberá llevarnos, otra vez, a ser «la perla comarcal» que fuimos, una ciudad «envidiada» por nuestros vecinos y «orgullo» de nativos, cosa que dudo. No hay nada peor que «morir de éxito» y ya veréis como la victoria se restregará por el morro del vencido, lo que, bajo mi discutible punto de vista, no debería suceder, porque la paz conyugal es fundamental para que la cosa medio funcione, como dice «mi coronel». Lo contrario sería «pegarse un tiro en el pié» y eso debe doler, ¡digo yo!, aunque con tal de salir en los papeles, siempre se está dispuesto a hacer cualquier cosa, incluso comer carne de perro, pese a ser uno de ellos ?por ejemplo un Dingo, perro salvaje- e incluso de la misma manada. ¡Y qué más da!. ¡En la guerra, como en política, no hay ética y quién no te la hace a la entrada te la hace a la salida!.

Bien es cierto que -según el refranero- «entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera·. Mucho me temo que alguien ha recogido velas y ha pasado página. Mi garganta profunda me asegura que -cito frase textual-, «a día de hoy, hay un 200 por 100 de posibilidades de que Emilio ( Bascuñana) no se presente». ¡Toma ya!. «Mi bocachancla» sigue diciéndome que Bascuñana se ha dado cuenta de que no tiene el respaldo de Valencia y que la cúpula «pepera» no está por la labor de que el «candidato oficialista» y alcalde sufra otro varapalo, como cuando se enfrentó a Pepita Ferrando, por lo que opta por retirarse de la «justa» y ha puesto a «su equipo» a trabajar para la candidatura de A.B.C.. ¡Esta peli, «con la muerte en los talones», es nueva!.

Lo que está en juego no es la presidencia de los «gavioteros oriolanos», que también, sino ser el cabeza de lista en las próximas municipales, aunque no tiene por qué ser la misma persona la que ostente ambas presidencias, la del partido y la del equipo que «gobierne» en la Casona de la Esquina del Pavo. De hecho, Ballester me asegura que él sólo aspira a dirigir «la regeneración gaviorea» en Oleza. ¡Ya veremos, dijo José Feliciano!.

Mucho se ha hablado, y escrito -en forma de «guasaps enmerdaores» y cobardes contra el alcalde-, sobre la cita «pepera», lo que ha llevado «al eterno aspirante» -que ha reunido a su «grupo de asesores»- a dar el paso, aunque él dice que no asegura nada y que sólo se lo está pensando. ¡Va a ser que no, «brother». ¡Se está o no se está, porque ir «pa» «na» es tontería y ya se sabe que «tonterías las justas». Incluso me consta que A.B.C. ha contactado con miembros del grupo de Pepita Ferrando para recabar sus apoyos!.

¡Y Eva!, ¿qué dice?. Me cuentan que está por la candidatura «damasista», aunque «su pupilo» ha cerrado la sede y se ha llevado hasta los muebles. ¡Vanidad de vanidades!. Y Dios dijo, ¡serás presidente, no alcalde!. ¡Pasen y vean!