El secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez anunció el 24 de julio pasado la puesta en marcha de un servicio de asistencia policial «pionero» por videoconferencia que estaría en servicio días después. La instalación, con llamativo aspecto de cabina «teletransportadora», eso sí a prueba de actos vandálicos, y con el verde y anagrama de la Guardia Civil, se ubicó efectivamente a principios de agosto, en el centro de Torrevieja, en pleno paseo Vista Alegre, pero no se ha abierto al público. Y han pasado tres meses y medio largos.
Se trata de un servicio de asistencia virtual de «desarrollo español» aplicado a la seguridad ciudadana «pionero a nivel internacional» según el Ministerio del Interior. La cabina adaptada también a personas discapacitadas iba a hacer posible a ciudadanos españoles, turistas y residentes extranjeros, acceder a un sistema integral e inmediato de asistencia policial en varios idiomas, permanente 24 horas los 365 días del año». Así se vendió.
El director general lo anunció en Torrevieja, el mismo día que tuvo que admitir que no está entre las prioridades, ni en la capacidad presupuestaria de su departamento, retomar para 2015 el proyecto de la Comisaría de la Policía Nacional. Una propuesta ultimada por el Ayuntamiento en 2005, que además cedió los terrenos para la construcción de esas dependencias.
Pronto
Fuentes del Ministerio del Interior indicaron ayer a INFORMACIÓN que el retraso de la puesta en marcha del dispositivo se debe exclusivamente a problemas técnicos relacionados con la línea fija de comunicación. Las mismas fuentes indicaron que se está trabajando para solucionarlos y que Ofipol se pondrá en marcha en «breve».
La Ofipol, que ya funciona en Málaga, puede ayudar sin duda a mejorar la tramitación de denuncias en Torrevieja. Una ciudad en la que se han producido, por ejemplo, entre enero y septiembre de 2014, 1.047 robos con violencia, 116 sustracciones de vehículos y 2.374 hurtos, según las últimas estadísticas del Ministerio del Interior.
El retraso a esta iniciativa ha coincidido además con los problemas surgidos en ialas precarias dependencias de la Guardia Civil de Torrevieja destinadas a la tramitación de denuncs de los ciudadanos, que pese a su última renovación, tuvieron que cambiar de ubicación de forma provisional según la Asociación Unificada de la Guardia Civil.
Mientras llega la apertura de esta cabina «que iba a evitar acudir al cuartel», muchos paseantes se preguntan curiosos para qué sirve. Y más de uno, aunque está cerrado, la ha confundido con un aseo público, «rara avis» en el centro urbano.
Es previsible que la apertura del dispositivo, al que ya le llaman de todo, no sea cosa tan de tecnología de vanguardia y sea efectiva más cerca de las elecciones que de las necesidades reales de los vecinos de encontrarse con un cuerpo (extraño) de la Guardia Civil virtual.