Un mes después de que se cerrara al culto la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel de Redován, los trabajos para su restauración están a pleno rendimiento. Los operarios se afanan estos días en retirar las humedades, reforzar las cornisas de la fachada y el zócalo perimetral interior, entre otras actuaciones. Las obras han permitido además hallar los restos de Sor Anastasia María Romero y Soler, una beata del siglo XVII relacionada con la llegada y veneración de la Virgen de la Salud, patrona de la localidad.

El párroco Eloy Martín explicó que eran muy pocos los vecinos que conocían en qué punto exacto se encontraban depositados los restos óseos de la beata en el templo, ocultos bajo un hueco en el suelo. La última vez que se trasladaron de lugar fue en 1972. Se hizo en secreto y el cura estuvo acompañado por unos pocos feligreses. Junto a los restos se ha hallado un acta que da fe de a quien pertenecían y cuándo se colocaron bajo el suelo de la capilla de la Virgen de la Salud. En ese mismo punto era donde antes se ubicaba la pila bautismal, que ahora será recolocada en su ubicación original.

Según añadió Martín, Sor Anastasia María Romero y Soler fue «una mujer religiosa que nació y vivió en Redován y que durante su vida se entregó por completo a Dios, a la oración, a la ayuda de los necesitados y a la caridad». También se encargaba del cuidado de la parroquia». Cabe explicar que Sor Anastasia no era una monja como tal, sino que pertenecía a la Orden Terciaria de la Orden Mercedaria. No obstante, en el siglo XVII se las denominaba beatas.

Para dar a conoce su figura y recordar su historia, la parroquia ha decidido que colocará una placa en el templo, que está previsto que reabra sus puertas en torno al mes de febrero siempre que la obra avance según lo previsto.

Los trabajos para acometer las reparaciones necesarias en la iglesia de San Miguel de Redován han sido sufragadas en parte con dinero público. La Diputación aporta al proyecto 90.000 euros y el Ayuntamiento otros 20.000 euros. El resto, aproximadamente 40.000 euros, será dispuesto con fondos de la propia parroquia de Redován.Los trabajos eran demandados por los feligreses, preocupados tanto por la seguridad como por los daños estéticos por el paso de los años.

Según detalló Eloy Martín, en primer lugar se ha procedido a la retirada del zócalo del perímetro de la iglesia, que tenía peligro de desprendimiento, y que será sustituido por uno nuevo. También se han ventilado y saneado las humedades y se instalarán cámaras de ventilación y sistemas de prevención de humedades. De igual forma se procederá a la retirada del las cornisas rotas de la fachada para evitar peligros de derrumbe. El próximo paso será la renovación de toda la instalación eléctrica y, por último, se cambiarán también los sistemas de iluminación y se pintará todo el edificio.

El párroco subrayó que los cultos se están desarrollando desde hace un mes con toda normalidad en un local habilitado para ello. Cabe recordar que fue el pasado 30 de julio cuando un grupo de vecinos acudió a la llamada del cura para ayudar a trasladar todos los enseres e imágenes a ese templo provisional, al que se llevaron los bancos de madera, tapices, cruces, manteles e imaginería religiosa.