"Quiero ser claro y rotundo. Yo no he espiado ningún móvil, ningún whatsapp de nadie, nunca jamás". Así de contundente se mostró ayer el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, tras hacer una valoración del pleno de ayer donde el PSOE llevó una moción pidiendo su reprobación por el supuesto espionaje al móvil del concejal de su partido, Dámaso Aparicio. Este último denunció los hechos el pasado mes de junio ante el Comité de Derechos y Garantías del PP. La guerra interna en el seno de los populares oriolanos se recrudeció ayer tras no asistir a la sesión ni Aparicio ni Begoña Cuartero, que aparece como testigo y que ayer justificó su ausencia por enfermedad.

Bascuñana, que hasta ayer había evitado pronunciarse sobre este turbio asunto que lo puso en la diana del supuesto espionaje, quiso zanjar cualquier sombra de duda sobre él. "Si Aparicio tiene sospechas de que se le ha espiado su móvil o un whatsapp, quien debería dilucidar y aclararlo sería la policía o los juzgados, que es ahí donde se acude cuando se sospecha de que se ha cometido un delito, y él sabrá cómo lo ha hecho", refiriéndose a que lo ha puesto en manos primero de los órganos de su partido. El regidor reta así a su concejal para que acuda a los tribunales el mismo día que este diario publica unas declaraciones de Dámaso Aparicio asegurando que no descarta ir por la vía judicial para aclarar los hechos y asegurando ser "víctima de un complot". Bascuñana ha añadido que sus abogados sí que están estudiando acudir a la justicia. "Me reservo el derecho de acudir a los tribunales, mis abogados lo estudian, ante cualquier injuria o calumnia que se pueda entender que es así", ha explicado Emilio Bascuñana, quien ha evitado dar nombres de a quién o quiénes llevaría ante el juez.

El alcalde oriolano decidió el jueves guardar silencio y no defenderse de la petición de reprobación que llevó al pleno el edil socialista Víctor Ruiz, y que fue tumbada con los votos de PP y Ciudadanos, que tienen mayoría plenaria. El encargado de responder al PSOE fue el portavoz del gobierno, Paco Sáez, quien expuso que el espionaje de los whatsapp de Aparicio se trataba de "un asunto privado". Ayer manifestó que el jueves en el pleno se mordió "la lengua porque no quiero entrar en provocaciones". Y criticó que los socialistas tengan una "actitud oportunista" para usar este asunto "como confrontación, tratando de romper al equipo de gobierno".

Para el regidor peticiones como la reprobación por este tipo de asuntos sólo demuestra que "ante la realidad de que no se puede atacar la gestión del alcalde ni del gobierno en general, se recurre a estas patrañas". "Es una situación que en nada beneficia a Orihuela y no voy a entrar en esas provocaciones (...) Actuamos con la responsabilidad y el rigor con el que venimos actuando permanentemente". Y concluyó lanzando un mensaje para quien lo quiera recibir. "Pase lo que pase y le pese a quien le pese, Emilio Bascuñana va a cumplir su compromiso con los oriolanos, trabajando para Orihuela, que para eso me pusieron aquí los ciudadanos".