El pleno del Ayuntamiento de Torrevieja aprobó ayer provisionalmente los presupuestos de 2018. El proyecto, que debe superar la exposición pública y debatirse en pleno, de nuevo, en el plazo de un mes, salió adelante con los votos de los grupos del equipo de gobierno (Los Verdes, PSOE, APTCe e IU) y los de Sueña Torrevieja y Ciudadanos (Cs), en la oposición.

El PP los rechazó, como ya había anticipado. En total 13 votos frente once -la edil Manuela Osuna (Los Verdes) tuvo que ausentarse al final de la sesión por lo que su voto cuenta como abstención.

El municipio tendrá sus primeros presupuestos en este mandato. Las cuentas están prorrogadas con los elaborado, en 2015, en el fin del gobierno anterior del PP. Durante dos años y medio el gobierno de coalición liderado por José Manuel Dolón ha intentado sacar adelante las cuentas. Fracasó en 2016 porque incluía la municipalización de la contrata de basuras y después ni pudo someter a debate el de 2017.

El alcalde defendió el anteproyecto, en su intervención final, en el hecho de que cuentan con todos los informes favorables de los técnicos, en especial, Intervención, y son muy necesarios para que la ciudad se ponga en marcha. La portavoz socialista, Fanny Serrano recordó que se ha hecho, en su opinión, «un ejercicio de consenso» poco habitual en un municipio gobernado con mayoría absoluta durante 27 años; mientras que Pablo Samper, portavoz de ST, instaba al primer edil a comenzar a gestionar. Explicó el respaldo como un ejercicio de «responsabilidad», que «no es un cheque en blanco».

Las cifras principales las ofreció el edil de Hacienda, José Hurtado. El presupuesto de ingresos y gastos es de 90,6 millones. Con un descenso de 5 millones por la reducción del impuesto del IBI y las reclamaciones de plusvalía tras la sentencia que pone en duda, en algunos casos, su legalidad. Con estas cuentas el municipio logra rebajar la deuda con los bancos a 17,4 millones a final de 2018. Deuda que llegó a situarse por encima de los 60 millones en anteriores mandatos.

En ese presupuesto aparecen más de 4 millones en inversiones, entre los que destaca un millón para la Ciudad Deportiva, según indicó el edil Víctor Ferrández (IU) y se sumarían otros 14 de «superávit» para realizar obras, proyectos, mantenimientos, distribuidos en obras de reforma de alumbrado público, plan de choque de limpieza, conservación de parques, asfaltado o la reforma del Paseo de la Libertad.

Menos actividad económica

Eduardo Dolón acusó al gobierno en minoría de «trabajar tarde, mal y nunca. Este no es el presupuesto que Torrevieja necesita, que resuelva los problemas que tienen los ciudadanos, y va a certificar la nefasta gestión de este ruinapartito, con el apoyo cómplice de quien dice estar en la oposición, como son Cs y ST».

El PP deduce que esta bajada de ingresos en el presupuesto como una confirmación de que Torrevieja «está dejando de ser atractiva para la actividad económica, porque no atraen riqueza, ni generación de empleo, ya que la media de los ingresos consolidados de los últimos 8 años, que se sitúa entorno a los 100 millones, y ahora se prevé una bajada del 11%». Para el PP el gobierno local «es incapaz de gastar lo que tienen y de crear la más mínima expectativa de reactivación». Sobre las inversiones «lo sintomático -dijo Dolón- no es que no estén las propuestas del PP, sino lo que tampoco está son los anuncios rimbombantes, es decir los anuncios a bombo y platillo del señor alcalde» como es el caso de la reforma del dique de Levante, uno de los paseos más populares de la ciudad.

El portavoz acusó a los concejales de Cs y ST de hacer «un acto de fe que va camino de milagro» con José Manuel Dolón al aprobar el presupuesto. Para el grupo mayoritario de la oposición en las cuentas no están los 2,8 millones de euros del plan de choque para la limpieza viaria. En el caso de Cs se preguntó si obligan a las ediles a votar «sin ejercer su libertad» -la dirección de la formación local estaba entre el público-.

La ausencia de militantes del PP era casi total, algo en lo que se cebó el edil de APTCe, Domingo Soler en su brevísima intervención de posicionamiento de voto. Sobre la reclamación de Cs de que se implante la Universidad a Distancia (UNED) el PP aseguró que el gobierno de coalición «no ha hecho absolutamente nada» desde que tenía partida para tramitarla en septiembre y pese a las advertencias y amenazas de Cs. También recordó que la mesa de negociación no ha respaldado la relación de plantilla, que también se aprobó ayer. «Vamos como a José Manuel Maduro Dolón le gusta hacer, dictatorialmente, por decreto. Esto es la película de «El sindicalista contra los sindicatos"». Interpreta el PP que aprobar el presupuesto supone continuar «con este desastre generado en los más de dos últimos años con unas cuentas que son un corta y pega para quedar bien con todos pero totalmente irrealizable».

Hurtado respondió al portavoz popualar parafraseando a Upton Sinclair y dijo: «Es difícil hacer que alguien entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda». Añadió que el PP se había dedicado en el pleno a hacer oposición «de la otra oposición», e hizo memoria del plan de saneamiento al que tuvo que someterse el Ayuntamiento desde 2012 con reducción de inversiones en servicios, y que superado en este mandato.

Punto por punto

Por su parte, Cs aseguró ayer que con su voto facilita la estabilidad económica y logra cerrar una etapa de «inmovilidad de la gestión pública municipal al desbloquear la parálisis que arrastraba la administración local durante dos años y medio». Las intervenciones de la portavoz Pilar Gómez se centraron sobre todo en la necesidad de que llegue la sede de la UNED a la ciudad, presupuestada con cien mil euros anuales.