La del Jueves fue la noche de las dos procesiones. Esa «madrugá» torrevejense que inspira los que quizás sean los desfiles de más hondo sentimiento religioso, los de mayor calado devocional. Esas procesiones a las que solo se va por costumbre, no por curiosidad. A las que se incorpora el espectador como acompañante penitencial y se las ve salir y entrar al templo de donde partieron. Son las procesiones del Silencio y la de la Piedad y la noche mandaba apagar luces y callar.Antes de arrancar sus pasos la Cofradía del Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio de la puertas del templo de la Inmaculada Concepción la coral Francisco Vallejos entonó la intimista «Señor, me cansa la vida», los versos de Antonio Machado que enviara a Unamuno en 1913 bajo la forma de tres cantares y que musicados por Juan Alfonso García forman ya parte de las músicas de la Semana Santa española.

En un Calvario de rosas rojas se levantaba la talla del Cristo Crucificado, que aquí en Torrevieja Torreviejase llama de los salineros porque fueron torrevejenses del barrio del Acequión, barrio de casas y jornales de las salinas, quienes con sus aportaciones personales, modestas y voluntariosas, sufragaron los gastos de la imagen que el escultor Manuel Hurtado Garre realizara en 1954.

La vuelta por el estrecho callejón del Turco, una de las pocas calles tradicionales que quedan en la ciudad, marcó de nuevo el punto de inflexión para el regreso de la larga hilera de cofrades que escoltan esta bella imagen religiosa.

Un recorrido más lineal es el que desde la Plaza del Calvario hizo la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad. Precedida también por las voces que componen la Agrupación Coral Manuel Barberá que entonó la popular «Pasión de la Tía Tortas», pieza reconvertida a la tradición local cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos y que pone la nota autóctona en una procesión que no deja de ser una más entre la amplia oferta de procesiones de la geografía más cercana. La imagen de Miguel Ángel Casañ (1988), también autor de la Esperanza torrevejense, es la última que se retira en la avanzada madrugada del Viernes. Para incondicionales de la Semana Santa.

Salida de la procesión desde el Calvario

Viernes Santo

Nada que ver con la multitudinaria convocatoria con la que la Junta Mayor de Cofradía agota su repertorio para las masas en la tarde noche de hoy. Todas las cofradías (15), todos los pasos (18), todas las imágenes, desfilarán una tras otra a lo largo de las dos principales calles del centro de la ciudad, Ramón Gallud y Caballero de Rodas con vuelta por la del Mar a partir de las 20.00 horas. Y para mañana sábado, tamborrada (o tamborada) desde la plaza del centro cultural Virgen del Carmen a la que se puede adherir cualquiera que lleve un tambor porque de lo que se trata es de hacer ruido. Será a partir de las 22.30 y el itinerario dará para mucho hasta su conclusión en la Plaza de la Constitución.

Aunque las procesiones no han acabado todavía. La que probablemente sea la más querida y esperada para todos los torrevejenses, "la prosesión del Encuentro", será la mañana del Domingo de Resurrección, a las ocho, con los primeros rayos de sol. Para no perdérsela.