A tan sólo unos pocos metros del nuevo paseo de Los Andenes, de la estación de tren y del parque Severo Ochoa se encuentra un barrio que ha quedado aislado como una isla de la dejadez en medio de esas tres céntricas y cuidadas zonas de Orihuela. Cuando se accede al entorno de Reyes Católicos, a las calles Piteras, Azahar, La Palmera o Fernando el Católico, las aceras dejan de ser «normales», el pavimento está lleno de baches y la iluminación escasea; ni siquiera las farolas son como las de la avenida de Teodomiro, su «vecina rica».

Las dobles aceras sin el ancho debido, una de ellas tan sólo para instalar allí las farolas, luminarias antiguas y de nula eficiencia energética, asfalto con socavones y sin las correspondientes líneas de separación de carriles y de aparcamiento, la falta de papeleras y la nula accesibilidad, son la carta de presentación de este barrio olvidado de Orihuela, conocido por la antigua fábrica de harinas. Los únicos arreglos que ha recibido en todos estos años en los que esa zona pasó de ser un terreno de huerta a levantarse edificios, son los parches que no han subsanado las muchas deficiencias que tiene. Es uno de los pocos barrios del centro de la ciudad que está sin reurbanizar y parece que los vecinos aún deberán esperar mucho tiempo para vivir en un barrio en condiciones porque el gobierno oriolano no se plantea a corto plazo una actuación en la zona.

El pasado mes de agosto PP y Cs, que ostentan el gobierno local, votaron en contra de la enmienda que presentó el PSOE para incluir en los presupuestos de 2017 una partida de 200.000 euros que acondicionara este barrio. El portavoz adjunto del gobierno, Rafael Almagro, admite que no está en los planes más inmediatos. «A corto plazo no está previsto actuar allí, pero creo que la urbanización de la losa del AVE, la apertura de la Carretera de Hurchillo y de la Senda Cascante, que están al lado, son incentivos y acicates para que tanto la iniciativa pública como la privada se pongan manos a la obra en ese barrio que se va a quedar en primera línea de una nueva zona de Orihuela que a la vuelta de 4 o 5 años va a ser de las más demandadas, y lo uno llevará a lo otro», explica.

200.000 euros

Para el edil socialista Víctor Ruiz la actuación del Ayuntamiento en el barrio «debe ser inmediata y hablamos de 200.000 euros que son perfectamente asumibles por el presupuesto en el capítulo de inversiones y sólo hay que ejecutar, bien con esos fondos propios o pidiendo una subvención a la Diputación dentro del Plan de Obras y Servicios, como se ha hecho en otros barrios», en referencia a la reurbanización del Barrio de Las Angustias, Las Monserratinas o La Mancebería. Para Ruiz no puede esperar más la reforma integral del barrio que los vecinos demandan desde hace tiempo. «Hay que hacer un proyecto de reurbanización que es fácil porque durante el anterior mandato ya hicimos una memoria valorada y no pudimos realizar la obra porque nos fuimos a la oposición, pero es factible hacerla», señala el concejal del PSOE.

En este barrio ni siquiera se cumple la normativa municipal en cuanto a accesibilidad, ya que las aceras carecen del ancho necesario y cuentan con bordillos «infranqueables» para una silla de ruedas o un carrito de bebé. Habría que rebajarlas, además de mejorar el alumbrado público con farolas más del siglo XXI en el que estamos, sin olvidar una mayor limpieza. Ruiz asegura que más del 70% del capítulo de inversiones del presupuesto está sin ejecutar «y no es una cuestión económica, sino una falta de gestión, de trabajo y de voluntad», concluye.