Orihuela tendrá que esperar para poder tener un escudo oficial. El equipo de gobierno, liderado por Emilio Bascuñana (Partido Popular), ha dado marcha atrás y pospondrá por ahora sine die la formalización del nuevo emblema. Lo hace por no contar con el apoyo de los grupos de la oposición ni de un sector de los vecinos, que se movilizaron en contra con hasta 149 alegaciones. Hasta su propio partido, el PP, exigió al alcalde que dejara el asunto sobre la mesa y no siguiera adelante. Y así lo hará Bascuñana, en aras de «buscar un mayor consenso» social e impulsando ahora un proceso de participación ciudadana.

El regidor admitió ayer que la propuesta para oficializar un nuevo escudo que se adapte a la ley valenciana ha creado «controversia» y consideró que en las actuales circunstancias no se puede ratificar el emblema, puesto que «la idea es que se apruebe por consenso» al tratarse de «una seña de identidad de un pueblo». Aunque el gobierno de PP y Ciudadanos tiene mayoría suficiente para aprobarlo en solitario, no quieren hacerlo de esa forma en el pleno del jueves. El trámite quedó ayer paralizado después de que los portavoces de la oposición advirtieran que no están dispuestos a apoyar la propuesta. Tras esto, el alcalde compareció para dar explicaciones.

Órganos especializados

«Se retira del orden del día y se buscará una fórmula de participación para considerar propuestas y hacer consultas con órganos especializados como el Consejo Heráldico de la Comunidad Valenciana para aportar un nuevo punto de vista técnico», dijo el regidor, quien valoró que «tiene que ser un escudo para unir, no para desunir».

La propuesta inicial del Ayuntamiento era la de un escudo con forma cuadrilonga partido en dos donde la figura principal era el pájaro Oriol, que aparecía en la parte superior posado en un leño con su garra izquierda y armado con una espada en la derecha y debajo las franjas de la corona de Aragón. Ese emblema fue aprobado por unanimidad de todos los grupos en diciembre de 2017. Sin embargo, todo cambió tras la avalancha de alegaciones. Entonces el escudo inicial se modificó y se hizo otro distinto. La principal diferencia era que en vez de estar partido en horizontal lo estaba en vertical. Pero vista la polémica, se ha preferido no seguir hacia adelante.

La edil de Festividades, Mariola Rocamora, pidió ayer respeto por el trabajo realizado durante meses por el cronista de la ciudad, Antonio Luis Galiano, y el arqueólogo municipal, Emilio Diz, para diseñar el nuevo escudo y resolver las alegaciones planteadas y dijo que se seguirá trabajando sobre la última propuesta. Defendió que el escudo se ha diseñado en función de lo que marca la normativa valenciana e insistió en que el proceso se abrirá más a la participación para intentar buscar el consenso que hoy por hoy no existe.