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«Los supertécnicos redactaron una mierda de pliego»

La presidenta de la asociación anuncia a los caseteros que no volverá a colaborar entre descalificaciones a funcionarios

La Casa de Andalucía «Rafael Alberti» ha anunciado a los caseteros que no tiene intención de colaborar en la próxima organización del evento y calificó el pliego del contrato «como una mierda», al no cubrir recursos necesarios para la celebración de la feria, y que serían el origen de los pagos a la asociación.

«(Ha sido) -explica la presidenta Rosario Martínez en el mensaje- una feria amarga como la hiel para mi, solo espero que por lo menos mi esfuerzo, mi dedicación, las horas que hemos dedicado en nuestras reuniones nuestros acuerdos adoptados en ellas (...) haya merecido la pena y hayáis sacado algo de beneficio».

La asociación relata los problemas con el aparcamiento -tradicionalmente la concesionaria, situada junto al «relleno» portuario, cedía espacios extra a los caseteros y eso se consiguió sólo a última hora en esta edición-; y luego «el disgusto que nos llevamos cuando vimos que el pliego seguía incompleto para el tema de vuestro montaje».

La misma fuente indica que los caseteros «tomamos un acuerdo para afrontar el tema de la vigilancia, desatascos y grupos electrógenos» y «así salvar el culo a los supertécnicos que han redactado la mierda de pliego que han hecho, y me va a salir muy caro». Y se pregunta «si alguien puede pensar que sin nuestros acuerdos provisionales, academias, coros y caballistas, se podría haber hecho la feria sin tener todo hilado en 20 días».

La presidenta, que se atribuye la organización del evento en ese mensaje, asegura que asumió las riendas de la feria en 2016 «lo único que me ha preocupado es que los caseteros pagaran cada vez menos en todos los gastos del montaje, y si los supertécnicos, tan entendidos y que se les pasó por escrito las deficiencias del año pasado, hubieran hecho caso no hubiésemos tenido que aportar esos 200 euros malditos, ahora hay tres facturas dando vueltas a nombre de la Casa de Andalucia que pagaré porque a mi me sobran narices para eso y para más. Yo solo atendí a las suplicas de un grupo de personas que necesitaban esas cosas para el montaje, no me arrepiento de haberlo hecho de verdad. Para mí es un punto y final».

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