Pilar de la Horadada ya no debe nada a los bancos

La liquidación del presupuesto del ejercicio 2018 de Pilar de la Horadada establece un cierre contable con un remanente de tesorería positivo de 6.337.629,84 euros, "lo que refleja la buena gestión política y económica del equipo de gobierno, posibilita el mantener el ritmo de importantes inversiones necesarias en el municipio y nos asegura el poder establecer el nivel de deuda cero municipal", según el equipo de gobierno de Pilar de la Horadada.

El presupuesto para el año 2019 de 27.097.506 de euros "mantiene el equilibrio entre ingresos, gracias a una gestión equilibrada de la política de recaudación, participación del estado con más de 4.500.000 de euros y del gobierno de la Generalitat con más 1.500.000 de euros y gastos, con políticas de racionalización del gasto público, la garantía de prestación de los servicios públicos esenciales, el incremento en las partidas de gasto social y empleo y la aportación de más de 850.000 euros en subvenciones a entidades y asociaciones municipales", según las mismas fuentes.

De este total el gasto de personal en la plantilla municipal supone diez millones euros. Un porcentaje muy elevado, el 37% del total de las cuentas municipales.

El concejal de Hacienda, Jose Tomás Saura ha informado que "en cuatro años se ha conseguido una situación económica excelente que pocos ayuntamientos de la Comunidad Valenciana tienen, llegando al final de legislatura con deuda cero". "Agradezco el trabajo y el esfuerzo de los trabajadores municipales, sin ellos, este magnífico resultado económico no se hubiera producido. Así mismo, agradezco a los grupos de la oposición el reconocimiento a la buena gestión expresado verbalmente en el pleno y su abstención en el turno de votación", ha remarcado Saura.

La aprobación es provisional. Ahora se expondrá al público para el caso de que se presenten reclamaciones.

Regla del gasto y crisis

Regla del gasto y crisisLa rebaja de la deuda de los municipios con los bancos en la Vega Baja es muy sustancial desde 2013. El principal factor de reducción no es tanto una gestión concreta de cada municipio sino la restricción del gasto impuesta por la legislación estatal desde la crisis económica. Son las leyes sosteniblidad financiera (2012) y ley de racionalización de la administración local (2013) que obligan a los municipios a destinar de forma preferente el superávit a pagar a los bancos y después a los proveedores. Además prohíbe, salvo excepciones muy concretas, la creación de empleo público y limita mucho la inversión, que debe supeditarse a la regla del gasto:un ayuntamiento solo puede gastar lo que tenga previsto ingresar, y el techo de gasto de una anualidad es el realizado el anterior.

Medidas que paradójicamente han provocado que muchos departamentos públicos municipales funcionen en precario porque no existe tasa de reposición de trabajadores que se jubilan pese a que el balance de cuentas de esos municipios son millonarios en positivo. Otro ejemplo de reducción importante de la deuda viva en la comarca es Torrevieja que ha pasado de deber más de 60 millones de euros a poco menos de 20 en cuatro años del actual mandato.