Los efectos del paso de la gota fría y de las riadas en la Vega Baja son devastadores una vez se empiezan a echar cuentas tras el paso del temporal de la situación de emergencia en la que estuvo la comarca durante varios días. Los daños son cuantiosos en viviendas, coches y objetos personales, por no hablar de las tres vidas que se llevó por delante la DANA. Pero también han sufrido sus consecuencias, especialmente, cientos de empresas, comercios y agricultores de la Vega Baja, que sustentan gran parte de la economía de la comarca. Sus actividades tardarán mucho tiempo en volver a ser rentables, y eso en el caso de quienes vayan a volver a producir, porque muchas mercantiles, pequeñas y medianas, ya han anunciado su cierre y los expedientes de regulación de empleo que llevan aparejados.

El presidente de la Cámara de Comercio de Orihuela, Mario Martínez, estima que las pérdidas para la economía de la Vega Baja se pueden cuantificar en 3.000 millones de euros, según señaló ayer a INFORMACIÓN. «Solo en agricultura los daños son millonarios porque todas las cosechas están perdidas y los agricultores afectados no podrán contar con nuevas cosechas hasta dentro de un año, ya que hay que esperar ahora a que se seque la tierra y hasta principios de 2020 no podrán plantar», señala el dirigente cameral. El Consell cuantificó los daños en la Vega Baja en la mitad, en 1.500 millones de euros. El Consorcio de Seguros será el que deba hacer una estimación de los daños tras la declaración de zona catastrófica de los municipios afectados.

Pero más allá de los daños materiales, están los colaterales como el cierre de comercios y empresas, los despidos y la falta de producción agrícola en una comarca que se sustenta de ello, lo que hace que la Cámara de Orihuela tenga una estimación más acertada de lo que supone en términos económicos esta tragedia. Por ello, considera imprescindible la llegada de ayudas de la Unión Europea, algo en lo que va a trabajar el Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, que ayer se reunió en Orihuela en solidaridad con los damnificados por la gota fría. A través de las Cámaras de Comercio de distintos países europeos presionará para que Bruselas colabore con la maltrecha economía de la Vega Baja tras el paso de la gota fría.

El otro pilar de la economía de la Vega Baja es el turismo y el tejido empresarial de la comarca no esconde el temor que tiene a que este episodio de lluvias torrenciales y riadas afecten a este sector y disminuya el número de turistas que toman sus vacaciones y días de descanso en la comarca. Por este motivo, el Consejo cameral, formado por las Cámaras de València, Castellón, Alicante, Alcoy y Orihuela, aprobó ayer remitir un documento informativo a toda la red de cámaras europeas para transmitir la situación de «normalidad», dijeron, en la zona afectada por el desastre con el objetivo de que el turismo no se vea afectado. El presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, José Vicente Morata, señaló que «vamos a enviar a las Cámaras de Europa una nota diciendo que la situación está normalizada para todo lo que tiene que ver con el turismo, los campos de golf y la costa, algo clave de la economía de la zona».

Mediación

Otra de las decisiones adoptadas ayer por el consejo cameral es la de poner a disposición de las empresas los servicios de mediación de las cámaras «para que todos los conflictos que puedan surgir puedan resolverse de forma más rápida y económica», señaló Morata. Las cámaras, además, se comprometen a organizar sesiones informativas dirigidas a las mercantiles afectadas para darles toda la información sobre las ayudas dispuestas por el gobierno central y el autonómico y la forma de tramitarlas.

«Asistimos a lo que va a ser la reconstrucción de la economía de la Vega Baja y animamos a las empresas a que sigan peleando para superar entre todos este momento y que se reactiven cuanto antes las cifras de ventas y exportaciones que teníamos hace unos meses», indicó Mario Martínez. La reunión del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana estuvo presidida por José Vicente Morata, a su vez presidente de Cámara València, y asistieron los presidentes de Cámara Alicante, Juan Riera, Cámara Castellón, Dolores Guillamón, Cámara Alcoy, Pablo de Gracia Pérez y Cámara Orihuela, Mario Martínez. Además, asistió la secretaria autonómica de Economía Sostenible Rebeca Torró.