Ejemplares de flamencos volanteros han aterrizado en lugares insospechados en las últimas semanas en torno a la laguna de Torrevieja. Ayer uno de estos "adolescentes" fue rescatado en la playa de La Zenia después dejarse ver desde hacía días en torno al litoral de Orihuela Costa. Estos ejemplares, que han comenzado a echar a volar muy recientemente se despistan y no pueden seguir el rebufo de los adultos, proceden de la colonia de laguna de Torrevieja. Observar la estilizada figura de los flamencos volanteros en el entorno urbano de Torrevieja y Orihuela Costa es algo único. Tan singular como el hecho de que en torno a 800 ejemplares han salido adelante de extraordinaria nidificación de la mota central de la laguna de Torrevieja de esta primeravera. La primera que se documenta desde que hay registros sobre la avifauna en la laguna rosa.

El ejemplar de la imagen ya estaba exhausto. Había sido avistado en los arenales del litoral oriolano - a no más de cinco kilómetros de la laguna de Torrevieja- y salía volando cuando se acercaban los bañistas. Ayer, sin más fuerzas, se dejó atrapar por los efectivos del servicio de socorrismo de playas -nunca pensaron que realizarían un rescate similar- y ya se encuentra en el centro de recuperación de fauna de Santa Faz.

El biólogo Juan Antonio Pujol recoge en sus Crónicas Naturales este episodio. Pero también otros, como el hallazgo de otro volantero que intentaba avanzar entre los cuatro carriles de la CV-90, la principal vía de acceso a Torrevieja con más de 30.000 vehículos diarios de paso en el mes de agosto.

Pujol explica que muchos los flamencos nacidos esta primavera en la laguna torrevejense han comenzado a dispersarse hacia otras zonas húmedas como el Hondo de Elche y las salinas de Torrevieja. No son aves sujetas a migraciones estacionales. Pero sí se pueden mover a otras zonas húmedas como la laguna de Pétrola, Fuente de Piedra, Doñana o el delta del Ebro.

Como avanzó INFORMACIÓN la laguna rosa fue protagonista la pasada primavera de su primera nidificación de flamenco en circunstancias excepcionales: El nivel del agua de la laguna había subido de forma espectacular tras la DANA y la borrasca Gloria. Algo que provocó la inundación de la mota central que divide la laguna, creando islas incomunicadas con la orilla, lejos de depredadores y humanos.

La aportación de agua dulce redujo la saturación habitual de salmuera y la eclosión de artemia -que prolifeera en otros espacios salinos pero no en el de extrema salinidad de Torrevieja-. Además la salinera tuvo que paralizar sus operaciones de extracción en la laguna por la propia inundación. Por último y no menos importante, el momento de nidificación en marzo y abril coincidió con el confinamiento. No había turistas, ni avionetas ni drones dando la lata.

Va a ser extremadamente difícil que la laguna rosa vuelva a ser zona de nidificación de los flamencos. La orilla sureste del "charco" ya está repleta de nuevo de turistas este verano- buscando las puestas de sol, el lodo curador y los baños flotantes, generando aglomeraciones supuestamente al huir de la masificación- pese a que son actividades expresamente prohibidas en la cartelería de la zona. La salinera, aunque no ha llegado a pronunciarse públicamente sobre la nidificación, tampoco parece estar en condiciones de salvaguardar la zona de nidificación que se sitúa de lleno en su zona de operaciones de extracción de sal, pese a que está obligada legalmente puesto que opera sobre un humedal que forma parte de un parque natural con varias figuras de protección añadidas como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).