La Conselleria de Educación investigará el despido del director de la Escuela Familiar Agraria de El Campico. El exdirectivo atribuyó en una carta hecha pública por la alcaldesa de Jacarilla, Pilar Díaz Rodríguez (PSOE) que el despido se debe a su posición personal en contra de la discriminación del acceso de alumnas al ciclo de Secundaria. En el periodo de matriculación previo al curso que empieza ahora un grupo de padres y madres de alumnos empadronados en Jacarilla reclamaron poder matricular a sus hijas en este centro, el único de Secundaria que funciona en el municipio.
El modelo educativo de la EFA apuesta desde su creación hace décadas por la segregación por sexos. No admite chicas en Secundaria. Sin embargo, las matrículas de esta decena de alumnas sí se registraron y tramitaron y tras la polémica por la reivindicación de los padres, desvelada por INFORMACIÓN y la «recomendación» de la Generalitat de que se autorizaran esas matriculas, la titularidad del centro, no el director ahora despedido, tuvo que admitir a las alumnas. La Generalitat solo «recomendó» porque, según la ley de educación estatal en vigor, la LOMCE, el modelo segregado es legal y además los centros que lo ofertan pueden ser financiados con dinero público.
La administración educativa debe intervenir informando sobre lo sucedido porque es la que financia con el erario público las nóminas y seguridad social de los docentes de los colegios concertados, como es el caso del puesto del director. La EFA El Campico, con 600 alumnos, y que tiene encomendada, a petición propia, la dirección espiritual de estudiantes y profesorado al Opus Dei, es financiada anualmente con aproximadamente un millón de euros de la Conselleria de Educación. En especial para sostener el grueso de nóminas y seguridad social de sus casi cuarenta profesores. El proceso por el que se le podría retirar supuestamente el concierto al centro es complejo y solo se daría si efectivamente se demuestra el despido improcedente. Y es una tramitación ajena a si el centro admite o no a alumnado femenino.
Los centros concertados tienen autonomía para decidir los puestos directivos del claustro y toda la organización pero la Generalitat cuenta con competencias de inspección para resolver si cumple con el concierto, y las condiciones laborales, especialmente por esa financiación íntegra de los recursos humanos.
Una reflexión
Por su parte, Domingo González Sanchís, secretario general de la Federación Valenciana de Escuelas Familiares Agrarias, explicó ayer a INFORMACIÓN que se le ofreció al ahora exdirector un puesto de profesor en el centro una vez que fue relevado de la dirección. El representante de la propiedad de la EFA, que también cuenta con dos colegios concertados más en la provincia de València, indicó que los cambios en los equipos directivos son habituales en cualquier centro escolar y desvinculó la decisión del despido de Óscar de Santiago, que llevaba 9 años en el cargo, de la admisión de chicas al primer curso de Secundaria.
«Nosotros hemos decidido cambios en otros centros en los últimos años, es algo frecuente en todos los centros educativos», recordó González. El representante de la propiedad del colegio especificó que «no sabe» todavía si el próximo curso se mantendrá la opción de admisión de chicas en la ESO. «Cualquier cambio necesita un periodo de reflexión previa y tiempo. Es algo que debemos evaluar. En una empresa o en un colegio o en cualquier otra actividad es necesario tiempo para decidir si se realizan cambios», indicó. «Este año admitimos las solicitudes», pero el secretario de la Federación de EFAS recordó que el modelo educativo de segregación también forma parte de la libertad de elección de los padres. Es decir, en el caso de la EFA de El Campico, la admisión exclusiva de chicos en Secundaria. El centro sí forma a alumnos y alumnas para otros ciclos como los de formación profesional básica y superior, matizando que no significa que no vaya a consolidarse el cambio sobrevenido por la petición de los padres en este curso y que va a permitir que once alumnas entren en el primer curso de Secundaria. González aseguró que el despido del director es «objetivo» y entiende que sus declaraciones se han producido por «despecho» y aseguró, «sin querer entrar en una guerra de declaraciones» que esas manifestaciones «no son ciertas».
