Ya hay datos oficiales de la Generalitat sobre la histórica nidificación y cría de flamencos en la laguna rosa de Torrevieja entre mayo y junio pasado. La administración autonómica explica, como avanzó este diario, que el parque natural de La Mata-Torrevieja fue el escenario del nacimiento de "un extraordinario número de pollos de flamencos". Las lluvias precedentes, que rebajaron el nivel de salinidad aumentaron las fuentes de alimentación, la ausencia de actividad en la empresa salinera -porque la maquinaria estaba inutilizada para trabajar con ese nivel de agua- y el "confinamiento general resultaron determinantes".

"Nunca antes, desde que se tienen registros, se había constatado la reproducción de esta inconfundible ave en el parque natural ni en la Comunidad Valenciana", según las mismas fuentes de la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica.

Las estimaciones iniciales "se han visto ampliamente superadas". Al final se han contabilizado 1.237 pollos volanderos supervivientes (como mínimo) gracias al seguimiento fotográfico de Federico Kenzelmann. Además, exactamente hay 1.244 nidos -algunos reutilizados, pues hemos constatado 160 segundas puestas-, repartidos en hasta 13 zonas a lo largo de 1.500 metros lineales del dique central, muy próximas unas de otra y con tramos inundados intercalados, lo que las configuraban como islotes.

Las 1.404 parejas reproductoras procedían de Punta de la Banya (Tarragona), Marismas del Odiel (Huelva) y Laguna de Fuente de Piedra (Málaga), según las lecturas de anillas realizadas de algunos ejemplares.

Las 1.404 parejas reproductoras procedían de Punta de la Banya (Tarragona), Marismas del Odiel (Huelva) y Laguna de Fuente de Piedra (Málaga), según las lecturas de anillas realizadas de algunos ejemplares.

Las salinas han ido recuperando muy lentamente su actividad industrial, el nivel de las aguas ha bajado de forma sustancial, también su grado de hipersalinidad, y al mismo tiempo esa mota ha recobrado su continuidad a lo largo de los 1.500, por lo que no es fácil que la próxima primavera los flamencos vuelvan a nidificar.

La mayor parte de los ejemplares jóvenes se han ido dispersando a lo largo de los humedales de la provincia de Alicante. En especial en las salinas de Santa Pola -donde se pueden observar grandes grupos a simple vista desde la N-332 durante estas jornadas- y en las salinas de San Pedro del Pinatar, pero también en El Hondo de Elche. Todas zonas en las que las aguas presentan el nivel óptimo de salinidad que permite la proliferación de los microorganísmos de los que se alimetan estas aves, como la artemia y otros.