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Jesús Murgui renuncia ante el Vaticano como obispo al cumplir 75 años y espera el relevo

El prelado dejará la Diócesis de Orihuela-Alicante en los próximos meses al alcanzar la edad obligada de jubilación, una vez que el papa nombre a su sucesor - El Obispado desvincula su marcha de las últimas polémicas de su mandato

El obispo de Orihuela-Alicante Jesús Murgui durante el oficio de una misa en Elche. | IVÁN VAZ

El Vaticano tendrá que decidir quién será el próximo obispo que dirigirá la Diócesis de Orihuela-Alicante tras recibir hace unas semanas la carta de renuncia de Jesús Murgui al alcanzar la edad obligada de jubilación. Un trámite ordinario tras haber cumplido el obispo 75 años el pasado 17 de abril, límite de edad impuesto a todos los prelados según el derecho canónico. Fuentes de la Diócesis confirmaron a INFORMACIÓN que Murgui envió la carta al papa Francisco con la renuncia a su cargo, un protocolo que, señalan, es el habitual cuando un obispo cumple 75 años y desvinculan su marcha de las últimas polémicas en las que se ha visto envuelto, como su vacunación antes de que le correspondiera o el ya relevado ecónomo, Francisco Martínez, investigado por el cobro de comisiones en la venta de terrenos de la Iglesia, además de la actitud negacionista de la pandemia de este último.

Ahora se seguirán los trámites habituales que es esperar hasta que el Vaticano acepte la renuncia y el Papa nombre un nuevo obispo para la Diócesis, lo que se puede demorar meses, incluso más de un año en algunas ocasiones. De hecho, el nombramiento de Murgui en 2012 se produjo casi año y medio después de que el recientemente fallecido Rafael Palmero, anterior obispo de Orihuela-Alicante, enviara su carta de renuncia al Vaticano. Además, tras el nuevo nombramiento suelen pasar varias semanas hasta que el elegido toma definitivamente las riendas de la diócesis. Hasta ese momento, Murgui no tiene intención de dejar el cargo, según señalan a este medio desde el Obispado.

Una de las principales incógnitas es quién será su sustituto. Algunos medios, incluso religiosos, apuntan a que la persona que se encargará de la diócesis de la provincia es el actual obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla. Se trataría de un cambio «radical» de imagen para una diócesis que en los últimos meses ha sido más noticia por los escándalos financieros y de vacunación que por la labor pastoral que sigue realizando el obispo por toda la provincia. A Munilla, que lleva más de una década en la diócesis vasca, se le considera en los círculos religiosos como «ultraconservador» y de férrea disciplina ortodoxa y cerrada con ataques a los homosexuales, a las feministas y contra el aborto desde un punto de vista que se califica de «radical».

No obstante, fuentes de la Diócesis de Orihuela-Alicante señalan que es «un despropósito» hablar ya de nombres para sustituir a Jesús Murgui cuando apenas el Vaticano acaba de recibir su carta de renuncia. «Son especulaciones de las muchas que habrá hasta que haya un nombramiento oficial, son las quinielas que siempre en estos casos se hacen», explican, y añaden que Roma no tiene nada decidido aún.

Jesús Murgui Soriano, nacido en València en 1946, fue ordenado obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante el 29 de septiembre de 2012 por el entonces papa Benedicto XVI. Es licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctorado en esta misma materia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1969. Su ministerio sacerdotal lo desarrolló en la Diócesis de València. Su nombramiento como obispo auxiliar de València llegó el 25 de marzo de 1996, recibiendo la ordenación episcopal el 11 de mayo de ese mismo año. El 27 de diciembre de 2003 fue nombrado obispo de Mallorca, sede de la que tomó posesión el 21 de febrero de 2004 y que ostentó hasta su llegada a la provincia de Alicante.

En los últimos meses ha sido cuando la Diócesis de Orihuela-Alicante se ha visto envuelta en polémica. La vacunación irregular de Murgui, que recibió la primera dosis de Pfizer el 8 de enero en la Casa Sacerdotal pese a que no es su residencia habitual, fue el primero de otros escándalos que llegarían. Su ecónomo, Francisco Martínez, al que tuvo que relevar en marzo por los escándalos financieros y operaciones inmobiliarias que están siendo investigadas, oficiaba misas sin mascarilla por su vena negacionista, lo que pudo originar el brote de coronavirus en el Monasterio de Santa Faz con varias monjas de clausura contagiadas.

Ahora habrá que esperar para saber quién es el elegido por la Santa Sede para cruzar la Puerta de la Olma de Orihuela a lomos de una mula, como marca la tradición a los nuevos obispos.

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