Enclavada en el norte de la comarca alicantina de la Vega Baja se encuentra Dolores, de gentes abiertas y hospitalarias que cuidan y trabajan una huerta fértil, vinculada de manera estrecha con la gastronomía mediterránea. Sus tranquilas calles jalonadas de palmeras, el azul de la cúpula de su iglesia, las acequias y azarbes o el fantástico clima son testigo mudo de la calidad de vida que se disfruta en este municipio.
En Dolores encontramos un rico patrimonio, destacando por su importancia su huerta tradicional. Las parcelas de la huerta producen uno de los elementos característicos de esta población como es la alcachofa, tesoro gastronómico que encuentra aquí una de las principales zonas de producción españolas, indispensable en la cocina tradicional y también de vanguardia, junto con sus embutidos, salazones o postres tradicionales, como la Almojábana.
Parte de este singular patrimonio es la Iglesia Arciprestal de Dolores, una de las mejores muestras de la arquitectura del S.XVIII, con una pureza de estilo y calidad excelente, así como el Patrimonio hidráulico de azarbes, canales y acequias del municipio, responsable del reparto y movimiento de las aguas de riego para el abastecimiento de la Huerta desde hace más de 3 siglos. Las fiestas patronales de septiembre y la Feria de Ganado son algunos de sus atractivos para residentes y visitantes.
Espacios naturales
Para los amantes de las aves la ubicación de Dolores es inmejorable, a escasos kilómetros de multitud de Espacios Naturales Protegidos incluidos en la Red Natura 2000 de la Unión Europea, como es el caso del Parque Natural de El Hondo, zona húmeda con una riqueza y variedad de aves extraordinaria que se ve complementada con la huerta que rodea el núcleo urbano, donde las aves encuentran refugio y alimento, así como el LIC Els Carrissals o el Hondico de Amorós.
Además, la escasa distancia que separa Dolores de la salinas de Santa Pola y la costa está y sus sistemas dunares, las zonas de baja montaña como la sierra del Molar, zonas de extensos palmerales o incluso las áreas subáridas de las sierras de Crevillente y Albatera hacen que el conjunto de especies de aves observables en el entorno cercano de Dolores en una misma jornada sea muy variada y de gran singularidad.
Las joyas aladas
En el Parque Natural de El Hondo encontramos durante la época de nidificación e invernada dos de las especies de anátidas más amenazadas del continente europeo, como son la Cerceta pardilla y la Malvasía cabeciblanca, la primera de ellas en peligro de extinción. El papel de este humedal fue clave en la recuperación de ambas especies a nivel europeo llegándose a encontrar en él, hace años, más del 80% de la población española.
La paulatina degradación e incluso desaparición de zonas húmedas en nuestra geografía, junto con la caza, entre otros factores, han sido las causas principales de la reducción del número de ejemplares de ambas especies siendo la Cerceta pardilla la que se encuentra más amenazada. Ambas especies pueden ser observadas desde los distintos observatorios itinerarios ornitológicos existentes en este Espacio Natural Protegido.
El Parque Natural de El Hondo
Las 2.137 hectáreas del Parque Natural de El Hondo, localizado junto al término municipal de Dolores y declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las aves) y LIC (Lugar de Interés Comunitario) e incluido en el convenio RAMSAR de humedales de importancia internacional, constituyen sin duda una de las zonas húmedas más destacadas del Mediterráneo español.
Los embalses de Levante y Poniente junto con las charcas y zonas de saladar acogen a una infinidad de especies de aves a lo largo del año, muchas de ellas con escasa presencia en el resto del continente europeo.
Recuerda que si encuentras un ave herida o en peligro, el teléfono de emergencias 112 activará el protocolo adecuado para su rescate y recuperación. Nuestras fotografías o observaciones no pueden molestar o poner en peligro nuestro excepcional Patrimonio ambiental, no olvides comportarte de manera respetuosa hacia nuestro medio natural durante tu visita.
