La Guardia Civil ha detenido en Torrevieja, Ibiza y Corvera (Murcia) a cinco personas por su presunta participación en una estafa de más de 14.300 euros realizando cargos fraudulentos de tarjetas de crédito de extranjeros en un Terminal Punto de Venta (TPV) o datáfono contratado por una tienda de productos esotéricos del municipio torrevejense. Las víctimas eran extranjeros que visitaban Ibiza y les copiaban los datos de sus tarjetas al realizar allí algún pago.
La investigación de la Guardia Civil ha sido larga y compleja. Se inició en julio de 2019 cuando el dueño de una tienda de productos esotéricos denunció en Torrevieja que su banco le había bloqueado la cuenta corriente que tenía con su esposa y no podía acceder a su fondos. El denunciante dirigió sus sospechas a una clienta habitual de su comercio que les propuso gestionar el alquiler de una barra de bar en un establecimiento hostelero de Ibiza.
La pareja propietaria del comercio accedió y aunque la clienta no les pidió dinero para participar en en el negocio sí mostró interés en el TPV del establecimiento. Les dijo que se llevarían el 30% de las ganancias pero era necesario llevar el datáfono a Ibiza. Sin embargo, el modelo que tenía no servía para operar con tarjetas extranjeras y tuvo que pedir uno nuevo a su banco.
Una vez recibido el nuevo TPV contactó otra persona con ellos y con la excusa de comprobar que funcionaba bien el TPV les facilitó los datos de una tarjeta de crédito y realizaron un cargo sin problemas. Esta misma persona les comentó días más tarde que no era necesario que viajaran a Ibiza, que solo necesitaba que le mandaran el datáfono.
La pareja se negó, por lo que el estafador viajó a Torrevieja y estuvo tres días en su domicilio realizando operaciones fraudulentas antes de regresar a Ibiza.
El cabecilla de la trama es un español de 34 años que facilitaba desde Ibiza datos de tarjetas de turistas de Francia, Estados Unidos, Canadá, Alemania y Turquía.
La trama intentó realizar cargos por unos 20.000 euros y llegó a cobrar 14.300 euros. La pareja de Torrevieja se quedaba una comisión de cada operación y el resto lo mandaba a un ciudadano polaco residente en Ibiza.
La Guardia Civil detuvo a los dos implicados de Ibiza, aunque el cabecilla estaba en prisión por otro delito; a la pareja de Torrevieja como cooperadores necesarios y a la clienta de la tienda, que fue apresada en Corvera.
