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Orihuela tendrá que esperar un mes más para iniciar el control del cactus

La Generalitat enviará una brigada en diciembre para erradicar la especie que invade la Sierra - Ante la falta de actuaciones, grupos de voluntarios realizan campañas de extracción

Voluntarios del Grupo Oriolano de Montañismo han llegado a recoger más de 4.000 kilos.

La invasión del cactus de Arizona -Cylindropuntia pallida- suele describirse como «un cáncer que se extiende por el territorio». Así lo recogía el manual que la Generalitat elaboró en 2014 tras cinco años de trabajos para eliminarlo en la Sierra de Orihuela, uno de los focos más extensos en la Comunidad Valenciana. Ya entonces la guía calificaba este problema como «grave», por lo que «su gestión debe abordarse sin dilación». Además, advertía, esta labor requiere «un compromiso a largo plazo», al mismo tiempo que recomendaba «llevar a cabo repasos con periodicidad anual hasta que dejen de observarse rebrotes». Tras esa inversión de un millón de euros sufragada con fondos europeos, «desde 2014 hasta la fecha no se ha hecho nada», recuerda Dámaso Aparicio, concejal de Medio Ambiente, que explica que el Ayuntamiento lleva «muchos años pidiendo un mínimo control, seguimiento y mantenimiento».

Esta inacción, a su juicio, ha propiciado que no solo se haya quedado en la Sierra, sino que también haya llegado al Monte de San Miguel, junto a las ruinas del casco del Castillo de los Moros y junto al Palmeral, el segundo más importante de Europa. Aparicio añade que llevan un mes esperando la brigada que Conselleria les prometió, compuesta por tres operarios y un encargado. Incluso, ya les han cedido un local para que lo usen de almacén.

Fuentes de la Conselleria de Transición Ecológica afirman a INFORMACIÓN que «los trabajos para eliminar los focos que presentan un mayor riesgo de dispersión se pondrán en marcha en diciembre». También concretan que «la actuación prevista contempla la extracción de 49m3 de lugares estratégicos de la sierra, a través de una brigada que dedicará alrededor de 240 jornales».

Aparicio insiste en que seguirán reclamando un trabajo de continuidad: «Vamos a solicitar que se queden para siempre», con el fin de que no vuelva a extenderse el cactus. Las poblaciones densas pueden llegar a condicionar y limitar los usos del territorio, por ser muy peligrosa para las personas, la fauna y la flora.

Precisamente, porque amenaza con «impedir la escalada y el tránsito en general», temen desde el Grupo Oriolano de Montañismo, equipos de voluntarios de entre diez y quince personas, se han puesto manos a la obra. Mientras «Conselleria pone pequeños parches», opinan estos amantes de la naturaleza, ellos acaban de realizar una nueva campaña, la tercera de este año, para extraer ejemplares de la especie invasora en la Cresta del Burro, donde ya en junio completaron sacas de hasta 4.000 kilos. En este caso han continuado con esta labor que requiere «experiencia y destreza en montaña», comentan.

Para ello emplean cuerdas, arneses, cascos y sistema de aseguramiento, y así llegan a las zonas escarpadas, porque el cactus de Arizona «se acomoda bien en riscos y grietas en altura», prosiguen. Todo es esfuerzo es poco para erradicar este problema que puede acabar con lo que les llevó a crear el grupo en 1987: fomentar el respeto del medio ambiente y la práctica del deporte al aire libre, especialmente el montañismo y la escalada. Una vez que empiece la brigada que enviará Conselleria, ante la previsión de que no lleguen a los lugares en altura y de difícil acceso, los voluntarios seguirán desempeñando este trabajo de forma coordinada. De lo contrario, «no hay quien acabe con esto», concluyen.

Una labor de altura para proteger la Sierra


Mientras la Sierra de Orihuela espera a la brigada especial de Conselleria para erradicar el conocido como cactus de Arizona, una especie invasora difícil de erradicar y que supone un peligro para las personas y para la fauna y flora, el Grupo Oriolano de Montañismo realizará varias campañas para extraer estas poblaciones, sobre todo las que se encuentran en riscos y grietas en altura. Cuanto más tiempo se pierda, más complicado será acabar con este problema que podría limitar el tránsito y la práctica del deporte en este lugar. Estos amantes de la naturaleza y la escalada prevén extender sus trabajos hasta marzo durante algunos fines de semana.

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