La Generalitat ha solicitado al Ministerio de Hacienda que le ceda el edificio de Aduanas de Torrevieja para concentrar en sus dependencias la labor de los funcionarios que trabajan estrechamente vinculados a la actividad portuaria. La petición la ha realizado la Generalitat después de que el Ayuntamiento cursara una similar ante la misma administración central, también para albergar en un futuro dependencias municipales, según explicó ayer el alcalde, Eduardo Dolón (PP).
La iniciativa de la Generalitat se enmarca en las previsiones de reordenación del espacio portuario en las que trabajan el Consell, la administración local y la iniciativa privada. Ese rediseño elimina la actual valla de separación del casco urbano con el recinto portuario y contempla derribar dos de los tres edificios que están en su acceso: desaparecería el edificio administrativo del puerto -el más pequeño y situado junto al principal vial portuario- y el inmueble de la Capitanía, el más grande y al tiempo el que menos actividad alberga en estos momentos. Si la Generalitat logra asumir las Aduanas, sus instalaciones acogerían a los funcionarios de inspección de la Agencia Tributaria, al personal de policía portuaria y administrativo adscrito a la Generalitat -que es la competente para gestionar el puerto de Torrevieja-, y las plazas de control de seguridad del tráfico marítimo dependientes del Ministerio de Movilidad de la Capitanía -la plaza de capitán marítimo de Torrevieja lleva una década sin cubrirse-.
Dolón explicó que el estudio realizado previamente por el Ayuntamiento para solicitar la cesión indicaba que el inmueble tiene capacidad para albergar 22 puestos de trabajo. Con lo que entiende que hay margen para que el Ayuntamiento también tuviera espacio para albergar servicios locales. También aseguró que el estado del interior del edificio «no es malo». Aunque que el cierre de las oficinas por parte la Agencia Tributaria desde hace más de medio año -sus dos funcionarios trabajan en otras dependencias- y la falta de mantenimiento y reparación de la cubierta ha acelerado su deterioro con la aparición de grietas en el interior por las filtraciones de agua de lluvia.
El edificio con planta baja y una altura sobre una parcela de 450 metros cuadrados es uno de los más emblemáticos de la ciudad en pie, aunque escondido tras la valla de obra que separa el paseo de La Libertad del recinto portuario.
Ahora da cobijo a botellones a escasos metros del paseo y el recinto ferial. El vallado del patio ha sido derribado parcialmente y se acumulan restos de botellas y residuos. Y se ha llegado a detectar la entrada no autorizada al interior. Así la solicitud de la Generalitat, respaldada en este caso por el Ayuntamiento de Torrevieja, también permitiría atajar ese abandono que comienza a presentar el edificio, inaugurado en 1946. Antes de esta petición de la Generalitat ya se habían planteado otros usos para estas instalaciones por la escasa actividad que ha albergado en los últimos años.
En el mandato anterior de José Manuel Dolón (Los Verdes), ya se pidió la cesión al Ministerio al Ayuntamiento para que albergara la sede del Patronato de Habaneras. Y durante el primer mandato de Eduardo Dolón se valoró su uso como retén de la Policía Local.
El edificio fue inaugurado por el alcalde César Mateo Cid en 1946. Forma parte de los levantados por la dictadura de Franco tras la Guerra Civil en muchos de los puertos del Mediterráneo y que conservan una arquitectura muy similar. En otras ciudades portuarias como Castellón han sido objeto de rehabilitación. Es el único inmueble público de Torrevieja que mantiene el escudo preconstitucional franquista en su fachada -sin que el Ministerio de Hacienda lo haya retirado-. En su día desarrollaba una gran actividad en el control del pago de aranceles de los barcos procedentes de otras nacionalidades que llegaban a cargar a sal a Torrevieja. También en el control y vigilancia del contrabando que desarrollaba la flota pesquera cuando faenaba en aguas marroquíes de Larache.
Un proyecto de zona de ocio y comercial ya en capilla
La aprobación oficial del proyecto de concesión para la construcción y explotación de un espacio comercial y de ocio en el recinto portuario es cosa de semanas, según fuentes consultadas por INFORMACIÓN. El proyecto que pretende invertir 16 millones de euros para crear un aparcamiento susbterráneo, multicines y bolera sobre 9.000 metros cuadrados, tendría el visto bueno definitivo de la Generalitat.
