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El Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas tacha de "atropello" y "pinicidio" el plan de restauración del pinar de Guardamar y Elche

El presidente del Coitagra, Miguel Agulló, asegura que se están talando pinos vivos para la venta de astillas a empresas de biomasa, pese a que la legislación impide esas operaciones en monte público y ese material debe emplearse en la generación de mantillo

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Imágenes de miles de pinos talados en las labores de restauración ambiental del pinar de Guardamar y Elche. El proyecto contemplaba la retirada de los árboles enfermos y en declive

El Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Grados en Ingeniería Agrícola de la provincia (Coitagra) ha cuestionado duramente cómo se está ejecutando del proyecto de restauración ambiental de la pinada litoral entre el sur de Santa Pola y el norte de Guardamar y califica la actual intervención de "atropello a un bosque centenario" que ha sobrevivido a "numerosas sequías y adversidades". El presidente de este colegio profesional, Miguel Agulló, expresa la "total oposición" de Coitagra a actuaciones "más propias de pinicidas que de autoridades (la Generalitat) que deben proteger nuestro patrimonio natural".

Coitagra mantiene en una nota de Prensa que "se esten talando pinos verdes, vivos, por su estado de sanidad, para plantar plántulas nuevas de la misma especie, es una pretensión difícil de argumentar ", más todavía cuando solo existen en el proyecto 1.250 euros "destinados a plantar pinos nuevos".

Agulló señala que la Generalitat incumple varias leyes protectoras del arbolado "de nuestra comunidad, parece que son ellos (la Generalitat), los únicos con patente de corso para efectuar labores que les parecen oportunas sin atenerse a las normativas vigentes de protección del paisaje o de catalogación de árboles monumentales". Y va más allá a la hora de apuntar "una cuestión importante para que la opinión pública sea consciente de qué estamos defendiendo": los productos de los montes públicos -como es el caso- "no pueden aportar beneficios a nadie, deben quedar en el monte". En este sentido da a entender que se está vendiendo el triturado del astillado a empresas de biomasa "lo que no corresponde a ningún propósito del proyecto presentado por la Generalitat Valenciana". "Desconocemos los metros cúbicos de astillado que se ha retirado, pero es fácil calcular que son muchos", señala Agulló. Además los ingenieros técnicos señalan que el triturado no se está realizando in situ, sobre el terreno: la madera seca no cotiza igual que la verde -más cara- y observamos en los acopios gran cantidad de madera verde, procedente de pinos que estaban vegetando en mayor o menor medida y que probablemente tendrían unos cuantos años, sino décadas, más de vida". Coitagra señala que como se suele recoger este tipo de proyectos, la tala de árboles debe estar destinada al "mulch", la generación de mantillo como capa protectora del suelo con el objetivo de favorecer el desarrollo del hábitat natural creado hace un siglo con la replantación este pinar.

La nota de prensa firmada por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas indica que "asisten con gran desasosiego, a la incomprensible tala de pinos centenarios que la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana, además subvencionada con fondos europeos, está perpetrando en un área de singular relevancia paisajística, ornamental, turística, defensiva por retención del desarrollo de las dunas y con un extraordinario arraigo y desarrollo, que permite el sosiego de innumerables habitantes de la zona, además de los frecuentes visitantes de lugares de todo el planeta". Para Coitagra se "intenta justificar esta nefasta actuación mediante explicaciones y argumentos que, como poco, carecen de veracidad científica", más cuando existen datos de actuaciones "bien realizadas y nada lejanas", en alusión al plan de restauración en el parque natural de las lagunas de La Mata.

Este colegio profesional indica que dentro de las atribuciones del desempeño de la ingeniería agrícola destaca, entre otras, la defensa de la naturaleza en todos sus ámbitos, la agricultura, la ganadería y el medio ambiente. Y se opone al modo en el que se está ejecutando el proyecto "como profesionales ocupados en la defensa de los hábitats del planeta, con la pretensión de favorecer la vida y el desarrollo del verde, creadores de la vida vegetal y protectores de plantas en general, cuidadores del bienestar y alimentación humana", no pudiendo quedar inermes "ante este atropello a un bosque centenario, que ha sobrevivido a numerosas sequías y adversidades, que proporciona oxígeno y almacenamiento de CO, regulando la temperatura y combatiendo eficazmente el cambio climático". 

Como ha recogido INFORMACIÓN el proyecto dotado con 1,3 millones de fondos Feder de la Unión Europea fue adjudicado a la empresa vallisoletana Foresa a mediados de 2019 por un periodo de ejecución de 39 meses. Presentó una baja del 39% con respecto al resto de las seis plicas de empresas especializadas, con una oferta de poco más de 895.000 euros- La actuación afecta a unas 540 hectáreas de las 750 con las que cuenta la pinada de repoblación plantada hace cien años para evitar que la arena del cordón dunar del litoral siguiera avanzando y sepultara huerta y casco urbano de Guardamar. El proyecto contempla la replantación de 95.000 árboles y arbustos de vegetación mediterránea y dunar en su fase final, que comienza ahora. Se está actuando entre el extremo sur de Santa Pola, donde existe una franja más estrecha de pinada, hasta el norte del litoral de Guardamar,a lo largo de 13 kilómetros. La empresa, que ha acelarado la intervención en las últimas semanas tras meses sin prácticamente actuar sobre el terreno con el objetivo de cumplir los plazos del pliego de la Generalitat, no actúa entre el sur de Guardamar y Torrevieja, aproximadamente otros cinco kilómetros de sistema dunar con pinar.

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