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Las cuentas del molino de Bigastro

El Ayuntamiento expone el libro de contabilidad del molino harinero que estuvo funcionando desde el siglo XVIII al XIX - La construcción se derribó en los años 60

Las cuentas del molino de BigastroTONY SEVILLA

Cuenta Pascual Segura, cronista oficial de Bigastro, que la historia del municipio está ligada a su molino harinero, un símbolo distintivo que figura hasta en su escudo, aunque representado de forma alegórica por uno de viento. Aún se recuerda como una construcción majestuosa y el camino que conducía hasta él se sigue nombrando como travesía o vereda del molino.

El Ayuntamiento ha celebrado el Día Internacional de los Archivos inaugurando una muestra de documentos históricos inéditos. En este caso se ha presentado el libro de cuentas del antiguo molino, que se construyó en 1770 y se subastó en 1843. Así, comenzó a caer en desuso y en ruina hasta que en los años 60 aquella infraestructura que se encontraba junto al polideportivo se tiró abajo y sobre sus cimientos se levantó el matadero municipal.

Primera página del libro de ventas y operaciones del molino

De espectaculares sillares y con un escudo labrado en piedra que hacía referencia al Obispado de Orihuela, el molinero residía allí. Un representante de la familia Andreu, que lo gestionó durante un tiempo, José Miguel Pérez Andreu, ha donado al archivo histórico municipal el libro de cuentas, a mano, que abarca un periodo de más de cien años. Pérez Andreu lo encontró en la casa de un familiar, estando fechado en 1927, con la contabilidad de los cereales que se molían por los bigastrenses. Su importancia radica en que no había ningún documento histórico similar, además de que permite conocer la actividad que tenía el molino en esa época y, por tanto, el desarrollo económico de la zona. Durante tres meses estará expuesto en la vitrina de las dependencias municipales, dentro del proyecto «Construimos el futuro, conociendo nuestra historia». 

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