La cuenta atrás ha comenzado para la semana grande, del 10 al 17. Orihuela está en plena Exaltación Festera, un acto que la ciudad ha celebrado en la noche del sábado. Emoción y muchas ganas de revivir las fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos, tras dos años interrumpidas por la pandemia, se han dejado notar en el Teatro Circo y posteriormente en la plaza de toros, con las actuaciones del Grupo Alboroque y los Dj José Vicente y Howards.

La alcaldesa Carolina Gracia ha dedicado sus primeras palabras a la protagonista de la noche, la Armengola de este año, Elisa Gil: "Gracias por asumir tu responsabilidad con tanta determinación y paciencia", ha manifestado a la que ya porta el Toisón y la vara de mando.

A continuación, ha felicitado al glosador, Fernando López, por "tu excelente declamación y esos sentimientos expresados con tanto cariño y que a todos nos han llegado al corazón". Sin olvidar al pregonero, Antonio Vegara, en un momento tan importante para él como festero.

Palabras de agradecimiento "por su dedicación a la fiesta" que ha hecho extensibles al Socio de Honor, que este año ha recaído en la Policía Local de Orihuela, y al festero y la festera de honor, José Gálvez y Francisca Gómez.

Después, se ha dirigido a todos los oriolanos y oriolanas, festeros y festeras, para celebrar que "al reloj que marca la hora de inicio de nuestras fiestas apenas le quedan unos granos de arena por caer". Llega el tiempo de la celebración, que ya se comienza a las calles y en las casas, cada vez más presente en las conversaciones. "Hemos conseguido, desde la unidad de toda una sociedad, detener el reloj de arena de la incertidumbre para poner en marcha el de la fiesta, el de las tradiciones, el reloj de todo aquello que nos une y nos hace ser una sola voz que proclama de nuevo: ¡Arriba la fiesta!", ha exclamado la regidora, ante el regreso de la música festera, el estruendo de los arcabuces y el olor a pólvora.

Es tiempo de abrir armarios y baúles para rescatar los trajes. En apenas seis días, las calles vuelven a vestirse de color, con la solemnidad y majestuosidad de comparsas y filas, en un ambiente de pleitesía y respeto hacia los símbolos de la Gloriosa Enseña del Oriol y las Santas Justa y Rufina.

Gracia ha recordado esta dura etapa en la que parecía que "estábamos condenados a navegar en un mar embravecido que se negaba a darnos un mínimo respiro", y "nos ha tocado remar juntos hasta la extenuación". Así, ha destacado la ayuda de los profesionales de la sanidad y de los servicios esenciales, héroes de quienes "admiramos su acto de coraje, su instinto en el momento decisivo", como el de la Armengola. También ha tenido un recuerdo especial para los seres queridos que ya no están.

Pero "la vida sigue dejándonos oportunidades para la alegría", ha continuado. En este sentido, se ha dirigido a los dos pilares fundamentales de la Reconquista y los Moros y Cristianos, encarnados en el síndico portador de la Gloriosa Enseña del Oriol y en la Armengola, Pepe Ruiz y Elisa Gil, que comparten amor por la fiesta y por Orihuela, y también su profesión en la radio: "Coincidiréis conmigo en que la llegada de las fiestas es como sintonizar el dial de las buenas noticias".

Agradecimiento también para los otros cargos de la fiesta: Francisco Marcos, embajador moro; Guillermo Rodríguez, embajador cristiano, y Salvador Álvarez, alcaide del Castillo. Y para las juntas directivas de las comparsas y la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos "Santas Justa y Rufina", especialmente a su presidente, Pepe Vegara. A todos ellos por "mimar y alimentar la fiesta en este tiempo", porque "no es nada fácil mantener todos los días, durante casi tres años, las pilas cargadas de una fiesta cuya energía procede de la convivencia".

Todo a punto para vivirlas con pasión y sentirlas con devoción, en un tiempo de reconquista y reencuentro. "Aquí están, eternas, las Fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos. Vividlas como nunca. Vividlas como siempre. Y recuperemos en una sola voz el ¡Arriba la Fiesta!", ha concluido.