La feria de Orihuela Costa funciona desde principios de julio sin licencia de apertura. En suelo público, se encuentra al lado del centro de salud en los terrenos previstos desde hace años para la ampliación del consultorio médico, el único que hay en el litoral. Fuentes que han tenido acceso al expediente afirman que está pendiente del informe técnico, por lo que lleva un mes abierta al público sin el correspondiente permiso del Ayuntamiento y sin que la Policía Local la clausure. Fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana consultadas por este periódico indican que la licencia la otorga el área de Actividades, de la Concejalía de Urbanismo.
Mientras, se acumulan las quejas de usuarios. Así, desde la Asociación de Vecinos Cabo Roig y Lomas señalan que son "atracciones que están obsoletas, pasadas de moda y deterioradas". Además, añaden que hay vallas y hierros oxidados, cables sueltos en el paso de viandantes y deficiencias en los accesos. En base a estas carencias, la organización vecinal va a solicitar al departamento que dirige José Aix (Ciudadanos) acceso al expediente para comprobar si se cumplen los requisitos técnicos adecuados, así como si el solar está en unas condiciones aceptables, teniendo en cuenta además que sus usuarios son niños principalmente.
Asimismo, el pasado día 29 entró en el registro del Ayuntamiento un escrito que exponía que otros negocios de la zona se preguntan por qué reciben un trato diferente al de la feria, al mismo tiempo que aseguraba que no dispone de "ningún tipo de seguridad", indicando que "los hinchables no están anclados al suelo" y adjuntando fotos de los mismos. Además, agrega el escrito, "la Policía y el Ayuntamiento tienen constancia de numerosas quejas", ya que incluso hace tres años se recogieron firmas entre los vecinos. Por ello, concluye solicitando al Consistorio que revise los permisos de instalación y apertura, las tasas de ocupación, el seguro de responsabilidad civil y la declaración responsable (un trámite que exige la normativa).
El mismo escrito recoge que estos feriantes, que se encuentran al lado del centro de salud, no pagan agua ni luz. "Hasta hace unos días estaban conectados al alumbrado público, aunque ahora han puesto un generador de gasóleo", sostienen.
A unos 200 metros, hay otra feria, en este caso, sobre una parcela privada, que critica que haya diferencias en las exigencias y en el trato: "A nosotros nos llevan con la soga al cuello, mientras que con ellos hacen la vista gorda", sostienen, al mismo tiempo que se preguntan si pasase algo de quién sería la responsabilidad, permitiendo que abran sin documentación, insisten.
