La economía, el sector agroalimentario, el turismo, el medio ambiente y la despoblación han sido los temas que han vertebrado el foro Diálogos celebrado el pasado jueves en la sala del archivo histórico de Orihuela en la Biblioteca Fernando de Loazes, un palacete del siglo XVII del conde de Pinohermoso.
Rodeados de una riqueza cultural e histórica impresionante los expertos y profesionales de la Vega Baja hicieron un balance en torno a estos 40 años del Estatut de Autonomía defendiendo el papel protagonista de la gestión local en el marco del autogobierno.
El debate estuvo moderado por Toni Cabot, director del Club Información, y contó con la participación de Antonio Alonso, director del Plan Vega Renhace; Fran Pedrera, CEO del grupo Trivee; Laura Martínez-Carrasco, profesora titular de la Universidad Miguel Hernández y directora del grupo de investigación de Economía, Política y Desarrollo Agroambiental y Ricardo Abadía, director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela y director del Centro de Investigación Agroalimentario y Agroambiental.
La descentralización fue el primer bloque que se puso sobre la mesa.
En la Vega Baja predomina el turismo residencial en el cual el turista tiene su segunda residencia en esta comarca
Centralismo
La Vega Baja se encuentra a 250 kilómetros de Valencia por lo que la distancia siempre ha sido un hándicap. Aun así, los presentes destacaron que se está viendo una mayor presencia del gobierno autonómico en el sur de la provincia de Alicante. «Todavía queda mucho por hacer pero poco a poco se está avanzando y se va descentralizando», resaltó Ricardo Abadía.
Por su parte, Laura Martínez-Carrasco añadió que se está viendo una descentralización geográfica y jerárquica «hemos observado como las instituciones están intentando que los propios ciudadanos sean partícipes en la tomas de decisiones como por ejemplo con el Plan Vega Renhace, el cual fue fruto de un proceso participativo en el que se pidieron opiniones a diferentes actores del territorio sobre posibles soluciones».
El Plan Vega Renhace es una apuesta muy decidida que surge de una tragedia como es la DANA de 2019 pero va más allá. «Se ha observado que existe una distancia geográfica, administrativa y de querencias. El Plan Vega Renhace pretende el acercamiento y tener una puerta donde llamar para que esos 250 kilómetros estén más cerca de la ciudadanía», indicó Antonio Alonso.
En este sentido, Fran Pedrera puso el foco en el turismo residencial resaltando que hay un plan pero que este se debería haber hecho contando con todos los organismos, «quizás nos falta que las personas que toman las decisiones conozcan o sean de nuestra tierra».
Sector agroalimentario
Por la idiosincrasia y la naturaleza del paisaje de la comarca de la Vega Baja el sector agrícola ocupa un peso importante en la actividad económica. Todos los ponentes coincidieron en el hecho de que se trata de un sector estratégico.
«Hay que pensar en la importancia y el peso que tiene el sector agroalimentario. Lo estamos viendo con la terrible guerra de Ucrania en la que dependemos de importaciones de aquel país»
«Estamos en una comarca mediterránea en la que el sector agrícola y el agroalimentario tienen una importancia clave en el desarrollo económico y en el tejido social, a pesar de que desde el punto de vista de la riqueza que produce no es el sector más potente», señaló el director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela. Uno de los principales objetivos es conseguir un equilibrio entre el desarrollo urbanístico, desarrollo agrícola y la cuestión medioambiental. «El camino por el que debemos ir es armonizar esas tres tendencias que pueden convivir pero que tienen que ser muy respetuosas unas con las otras», explicó, Abadía.
Además, el sector agroalimentario resiste mucho mejor las oscilaciones de la economía «ha sido capaz de generar empleo en épocas de crisis económicas. Podremos prescindir de otras cosas pero no de comer», subrayó la profesora titular de la Universidad Miguel Hernández.
En cuanto a la agricultura, se hizo una división de dos grandes grupos: la explotación tradicional que se riega por sistemas tradicionales y las grandes explotaciones agrarias que nacen a raíz del trasvase. «Cuando hablamos de agricultura no se puede generalizar y se necesita un profundo estudio de qué es lo que está pasando en este sector. Parece que estamos detectando que en la agricultura tradicional la gente joven no se quiere dedicar a este sector», incidió el director del Plan Vega Renhace.
Una de las grandes problemáticas a las que se enfrenta este sector actualmente es el trasvase. «Son muchos años de incertidumbre con el tema del agua y es necesario que no se convierta en un elemento de discusión y que se llegue a un pacto nacional o valenciano. Es un bien necesario», recalcó el CEO del grupo Trivee. Asimismo, Ricardo Abadía quiso destacar que el agua es un bien público y no tiene bandos, «habría que romper con ese discurso de bandos porque lo único que trae es ineficacia. Partiendo de la premisa de que el agua es de todos hay que encontrar los recursos adecuados que satisfagan a las necesidades de cada zona».
Turismo
Para toda la Comunidad Valenciana el turismo ha supuesto un cambio en la vida, en la fisonomía y en el día a día de un territorio que ha pasado a ser puntero en este sector. El turismo es uno de los motores económicos de la provincia de Alicante, ya que es uno de los destinos turísticos preferidos. En concreto, en la Vega Baja predomina un turismo residencial, es decir, el turista tiene su segunda residencia en esta comarca.
«El crecimiento tiene que ser sostenible pero hay que activar un plan para generar suelo porque es necesario para el desarrollo de la comarca y para el futuro»
«El turismo residencial es un factor fundamental pero genera una serie de problemáticas diarias a nivel sanitario, de infraestructuras o incluso de circulación. La Vega Baja tiene aproximadamente 350.000 habitantes censados y una media anual de 600.000 con puntas de casi 850.000 habitantes en temporada alta. Esto supone que tenemos infraestructuras para 300.000 habitantes y esto hace que la Vega esté siempre colapsada. El turismo residencial es una pata primordial pero tiene que ser de calidad y respetuoso con el medio ambiente», expuso Antonio Alonso.
En esta línea, se hizo hincapié en la importancia de encontrar el equilibrio entre el crecimiento, los recursos que disponemos y el respeto con el medio ambiente. ¿Hasta dónde se puede seguir ofreciendo un territorio de calidad al turista?
«En la zona tenemos una estructura de agencias inmobiliarias extranjeras que necesitan volumen de viviendas para seguir vendiendo casas. El crecimiento tiene que ser sostenible y justificado porque a veces se han hecho urbanizaciones en zonas que están desiertas. Hay que activar un plan para generar suelo porque es necesario para un futuro ya que sino estamos poniendo en peligro el interés de las agencias en este territorio», afirmó Fran Pedrera.
Precisamente, en este sentido, Laura Martínez-Carrasco insistió en la necesidad de planificar y de tener en cuenta los límites del crecimiento, destacando la importancia de cuidar el paisaje agrícola y de costa ya que es un atractivo turístico. «En el pasado sin un plan urbanístico adecuado se han hecho cosas que ahora estamos viendo los efectos. La limitación de seguir creciendo está en los recursos que tenemos y los servicios de los que podemos dotar a ese tipo de urbanizaciones. Si tenemos 350.000 personas censadas pero hay 600.000 habitando no hay servicios, ese es el límite».
«Con el turismo residencial tenemos a veces casi 800.000 habitantes, esto genera una tensión para los ciudadanos de la Vega Baja y para los servicios e infraestructuras»
Del mismo modo, Ricardo Abadía aseguró que el turismo residencial tiene un importancia en la Vega Baja capital pero también expresó su preocupación al respecto, «necesitamos una planificación, al final nos vamos a comer el territorio. El modelo de mercado en el que se ofertan casas a europeos tiene unas deficiencias que al final sufren las consecuencias los ciudadanos que viven aquí. El afán de que hay crecer es erróneo porque los recursos son limitados, el tema de ser un negocio que compite con otras zonas y que debemos ofrecerles algo mejor al final va a hacer que nos carguemos el territorio». Por tanto, la clave es la planificación y el equilibrio.
Medio ambiente
«La realidad a la que nos enfrentamos es que hay una falta de educación medioambiental», sostuvo Antonio Alonso. Partiendo de esa base, nos encontramos con el cambio climático y con una generación de recursos que no se sabe cómo gestionar. En los últimos 40 años la sociedad ha crecido y ha consumido muchos recursos y ahora la Unión Europea se ha fijado un objetivo muy ambicioso: en 2050 tener emisiones 0.
«Desde el sector agroalimentario estamos trabajando en temas de economía circular, valorización y gestión de residuos, eficiencia de recursos, apostando por modelos de agricultura ecológica y consumo sostenible así como energías renovables», enumeró la directora del grupo de investigación de Economía, Política y Desarrollo Agroambiental.
En este ámbito, la universidad y la investigación desempeñan un papel fundamental, «en la escuela Politécnica Superior de Orihuela trabajamos en el sector agroalimentario y es básica la cuestión formativa para poder seguir evolucionando, progresando y seguir adaptándonos», afirmó Abadía.
«El Plan Vega Renhace es una apuesta tremenda y muy decidida, un plan estratégico que pretende el acercamiento a la ciudadanía»
Por otra parte, Fran Pedrera resaltó el tema de optar por energías renovables como algo esencial, «la gente viene concienciada en utilizar placas solares para sus viviendas pero el problema es el precio. Se han perdido unos años muy valiosos en el desarrollo de las energías renovables pero ahora estamos yendo en esa transición energética tan necesaria».
Despoblación
En la Comunidad Valencia ha habido una explosión demográfica a la vez que una polarización, la población se ha concentrado en las zonas de costa y en los grandes núcleos urbanos. Pero, la despoblación no es un problema de la comarca de la Vega Baja ya que en estos 25 años ha tenido un incremento del 75% de la población en los 27 municipios «aunque llaman la atención los municipios costeros y los de interior, en Orihuela el crecimiento ha estado en torno a un 50% y en Torrevieja ha crecido un 130%», especificó Ricardo Abadía.
Además, los ponentes incidieron en la importancia del Estatut en este punto, ya que una de las misiones de este documento es armonizar a la población para evitar los desequilibrios territoriales. «Es clave potenciar o dar alternativas a los ciudadanos para poder establecerse en esos territorios».
El CEO del Plan Vega Renhace reivindicó que el Estatut de Autonomía debe tomar conciencia de esta problemática, «esa despoblación y exceso de población genera problemas. Con lo que el Estatut debe saber sopesar, ayudar y estudiar qué está pasando en esos lugares».
