El colectivo ciudadano «La libertad es su derecho», dedicado a la defensa de los Derechos Humanos en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia), ha denunciado los "secuestros y retenciones" en contra de la voluntad de mujeres adultas como "práctica discriminatoria de extrema violencia" contra ellas en esos campamentos, "con la complicidad y connivencia del Frente Polisario y del movimiento solidario" en España.
En el marco de los actos organizados en el «Mes contra la Violencia de Género», la Asociación de Mujeres de Callosa de Segura, además de denuncias expresas "contra las múltiples violencias" que se ejercen contra las mujeres en España, "desde los abusos de poder, maltrato y humillaciones físicas y psicológicas, la desigualdad o la violencia vicaria hasta los asesinatos directos de mujeres", ha dedicado un espacio en su programación a los campamentos saharauis de Tinduf.
El objetivo ha sido «visibilizar otros tipos de violencia de género con la exposición de otros contextos que conforman, al final, los mismos sufrimientos a las mujeres, con casos como el de la alicantina Koria Badbad Hafed, que lleva casi 12 años secuestrada y privada de sus libertades y derechos».
Sede de la Cooperativa Eléctrica
En una charla-coloquio celebrada en la sede de la Cooperativa Eléctrica de Callosa de Segura, las promotoras de la plataforma «La Libertad es su Derecho», Bienvenida Campillo y Elisa Pavón, han expuesto cómo los campamentos saharauis en Argelia se han convertido "en la mayor cárcel a cielo abierto del mundo para una población sometida a un régimen de opresión dictatorial impuesto por el Frente Polisario", radicalizado al extremismo, que reprime los Derechos Humanos y las Libertades Individuales de la sociedad y anula especialmente los de las mujeres.
Secuestradas
Elisa Pavón y Bienvenida Campillo presentaron una proyección de fotografías, tomadas desde 1983 a 2019 por distintos autores, sobre las condiciones de vida cotidiana en los campamentos de Tinduf, donde el Frente Polisario, mantienen, "conculca los derechos de la población a un nombre y a una nacionalidad, a la salud, a la educación gratuita y de calidad, a la libre expresión y opinión" y a la protección frente a la pobreza y sobre cualquier forma de violencia sobre ellos, individual y colectivamente.
A su juicio "haciendo más que evidente el desvío de ayuda humanitaria y de fondos de cooperación, ya que las imágenes no se aprecia cambio alguno en las condiciones de vida en esa franja de 36 años en imágenes".
En el encuentro, introdujeron "la realidad en la que viven las mujeres españolas de origen saharaui secuestradas y retenidas en contra de su voluntad por una «tradición» que las convierte en víctimas de una sociedad machista y patriarcal", en la que, por ser mujer, aun siendo mayores de edad, deben casarse para mantener la población, "sin que se protejan, respeten o garanticen en modo alguno sus derechos y libertades fundamentales".
Koria
El único caso distinto es el de Koria Badbad Hafed, "secuestrada por la fuerza" en los campamentos en enero de 2011 en presencia de su familia de acogida. Fue trasladada a los territorios del Sahara Occidental bajo control de Frente Polisario, donde, según Campillo "permanece aislada e incomunicada, pese a padecer una grave enfermedad coronaria".
Campillo, que es concejal de Izquierda Unida en San Miguel de Salinas, asevera que «la peor experiencia de mi vida fue vivir el secuestro de mi hija de acogida en los campamentos, un delito amparado, defendido y protegido por el Frente Polisario en base a un código de honor aferrado a la tradición y cultura, que no es más que una práctica discriminatoria de violencia extrema contra la mujer y las obliga a vivir una vida impuesta exclusivamente para procrear y así repoblar los campamentos».
Frente Polisario
Según expresó Elisa Pavón, «el Frente Polisario legitima los secuestros de mujeres con un discurso que se apoya en que, tras estancias prolongadas en España, están desarraigadas de sus costumbres y expuestas a los riesgos de una sociedad occidental “infiel” con unos valores muy alejados de los idóneos para una mujer musulmana. En base a ello, los padres deciden sobre su futuro porque “son suyas y están en su derecho”, aunque esta decisión viole los Derechos Humanos y las Libertades Individuales de sus propias hijas».
Por ello, aseguran que «la mayoría de los casos no se denuncian ni se resuelven favorablemente hacia la víctima, hecho que revela la falta de autoridad del Frente Polisario para hacer cumplir sus propias leyes, ya que, lejos de prevenir la repetición de casos y de sancionar el atentado contra la dignidad y contra la integridad física y moral de las mujeres secuestradas, ampara, protege y legitima la comisión del delito continuado sobre mujeres mayores de edad».
Vacaciones en paz como medio de pago
Según expresaron, «el foco neurálgico de toda la problemática es el programa Vacaciones en Paz, en el que los menores saharauis -según valoran- son utilizados como medio para obtener financiación de administraciones públicas y para desarrollar acciones de propaganda política en España”.
