El Ayuntamiento de Torrevieja achaca a la Generalitat el retraso en las obras de reforma del paseo del dique de Levante

La necesidad de una reforma urgente del paseo del dique de Levante está sobre la mesa del Ayuntamiento de Torrevieja desde hace casi una década. Tras varios anuncios del alcalde Eduardo Dolón sobre la aprobación inminente del proyecto de rehabilitación a lo largo de este mandato -la última fecha era octubre de este año para el inicio de las obras-, ayer su concejal de Obras y Servicios, Sandra Sánchez aseguró en el pleno que no está aprobado ni el proyecto. 

La concejala volvía a responder en el pleno ordinario a preguntas de Sueña Torrevieja sobre el estado de adjudicación de la obra, que ya debe superar los cinco millones de euros de presupuesto. 

Modificaciones

Y esta vez aclaró que el proyecto ha estado sujeto -y lo está todavía-a las indicaciones de la Generalitat Valenciana, que es la competente sobre la gestión del espacio portuario aunque el dique y su popular paseo, el más espectacular de Torrevieja, es mantenido a través de un convenio por el Ayuntamiento. 

La edil indicó que el municipio no querría en cualquier caso que una vez licitadas las obras su ejecución se bloqueara por no haber seguido la supervisión de la administración autonómica.

Paseo de 1999

El paseo voladizo del dique de Levante cuenta con 1.800 metros de longitud y se hizo realidad en 1999 gracias al impulso del entonces conseller Juan Ramón García Antón y el alcalde Pedro Hernández y coincidiendo con el traspaso de competencias del puerto del Estado a la Generalitat.

El mantenimiento de la mayor parte de sus elementos básicos -como los tablones de madera del pavimento y los pasamanos- son un auténtico quebradero de cabeza para el Ayuntamiento, que afronta la renovación de los más deteriorados por la corrosión salina casi a diario. También centra un porcentaje importante de las reclamaciones de responsabilidad patrimonial por caídas.

El tablero de madera, aunque bien conservado precisamente para evitar accidentes, no está alineado sobre la rasante, y provoca constantes tropezones y también hay ocasiones, aunque es algo que el municipio repara de forma casi inmediata, en que la madera cede y se rompe por el peso del paso de peatones y corredores.

La sustitución de esos materiales por unos más resistentes aunque más pesados, además de una pasarela a la nueva zona de ocio, y una nueva iluminación, están incluidos en el proyecto.