Almoradí celebra un emotivo "Encuentro" entre la Virgen del Rosario y su Hijo

Tras retirarle el velo en señal de duelo, se le coloca a la Virgen a su Hijo en el regazo dando comienzo a la procesión más antigua del municipio este Domingo de Resurrección, en la que participan todas las hermandades y cofradías

Loreto Mármol

Loreto Mármol

La Cofradía del Rosario, que se fundó en 1619 y que aún mantiene viva la tradición de los auroros, es la precursora de la celebración de la Resurrección del Señor con una procesión, el llamado "Encuentro", que es -junto con la de Domingo de Ramos- la más antigua de Almoradí. Esta tradición, que viene desarrollándose desde finales del siglo XVIII, representa el cierre perfecto de la Semana Santa almoradiense, cuyo origen está en el propio nacimiento de la hermandad.

Tras la llegada de los Padres Dominicos a Orihuela, sobre el año 1510, la orden comienza a promulgar el culto a la Virgen del Rosario por todos los pueblos de la comarca, dando origen a la que es una de las tradiciones más antiguas que conocemos: el canto de la Aurora. 

En señal de duelo por la muerte de su Hijo, la Virgen del Rosario es cubierta por un fino velo y llevada en carrera por sus cofrades que, tras realizar tres reverencias, se detienen junto a la Custodia del Santísimo. Tras serle retirado el velo se le coloca en el regazo, entre volteos de campanas a gloria y música, la escultura de su Hijo, en un emocionante acto que da paso a la procesión más emotiva de toda la Semana Santa, en la que participan todas las hermandades y cofradías. Es el catolicismo triunfante representado por la Sagrada Eucaristía.

El Encuentro siempre ha sido de responsabilidad de la familia Pedauyé/Birlanga. Después de que la imagen fuera destruida en la guerra, Josefina Pedauyé la encargó y pagó con su ajuar a un imaginero valenciano en 1940.