Investigan el pago municipal en Bigastro de tres millones en las obras de urbanización del D-6

La alcaldesa Teresa Belmonte pidió en 2018 un crédito al ICO para el abono de las obras a la empresa que urbanizó el residencial sin que cinco años después se haya girado al cobro a los propietarios - La denuncia señala supuestos sobrecostes en el principal de la deuda, los intereses y el IVA

El D-6 es una reclasificación de suelo rústico por la que 80 propietarios de terreno agrícola han obtenido parcelas urbanas. | TONY SEVILLA

El D-6 es una reclasificación de suelo rústico por la que 80 propietarios de terreno agrícola han obtenido parcelas urbanas. | TONY SEVILLA / D.PAmies

D. Pamies

D. Pamies

La Fiscalía investiga supuestas irregularidades en el pago del Ayuntamiento de Bigastro de las cuotas de urbanización de las obras del plan urbanístico D-6. El D-6 es una reclasificación de suelo rústico agrícola a urbano junto al casco urbano aprobada a finales de los años 2000 con capacidad para unas 800 viviendas y que cuenta con unos 80 propietarios. El Ayuntamiento era el responsable de adjudicar las obras de urbanización -aceras, viales, servicios públicos, zonas verdes, iluminación- y cobrar a los vecinos que obtenían el suelo urbano en proporción a la superficie con la que contaran en el plan.

Pleno de 2018

Según la denuncia presentada ante el Ministerio Público, el Ayuntamiento decidió en 2018 con los votos favorables del equipo de gobierno del PP y del PSOE, en la oposición, a propuesta de la alcaldesa Teresa Belmonte, abonar a la urbanizadora 3.094.690 euros: 2.196.813 como deuda principal, 803.186 de intereses y 94.690 por el cambio del tipo impositivo de IVA. Lo hizo solicitando un crédito de fondos de ordenación del ICO. Pero cinco años después, según la misma denuncia, el municipio no ha llegado a girar al cobro cantidad alguna de los propietarios para recuperar el importe, aunque sí los ha reunido para tramitarlo.

Residencial del D-6 junto al casco urbano, ahora en desarrollo y sobre el que se construyó un nuevo centro educativo

Residencial del D-6 junto al casco urbano, ahora en desarrollo y sobre el que se construyó un nuevo centro educativo

Denuncia de Aurelio Murcia

La denuncia impulsada por el concejal Aurelio Murcia (UNPLC), ahora en la candidatura de Vox, personado en el procedimiento, no solo incide en que el municipio no ha recuperado el importe de los abonos que realizó. También señala que la cantidad que ha recibido la empresa encargada de las obras es supuestamente mayor de la que le correspondía.

Contencioso

La tramitación del abono de esta abultada deuda tiene su origen en la demanda de la constructora que hizo las obras por impago de varias de las certificaciones. Un juzgado de lo Contencioso de Elche reconoció a la empresa el derecho a percibir un principal de 2.196.000 millones. El municipio recurrió ante el TSJCV y esa cifra se rebajó a 1,8 millones. Sin embargo, el gobierno local decidió en 2018 abonar la cantidad completa reconocida en primera instancia. Además ese total incorpora 331.736 euros de una certificación que debería haberse excluido del pago, porque no estaba incluida en la demanda de la empresa, pero también se ha satisfecho.

El acuerdo de pleno en el que se decidió este pago se produjo el 30 junio de 2018. Sin embargo, la alcaldesa Teresa Belmonte (PP) ya había solicitado al ICO el crédito por la cantidad total, reconociendo los intereses y el cambio de IVA, seis meses antes del acuerdo con la empresa en el pleno.

Perspectiva del D-6 ahora en pleno desarrollo urbanístico

Perspectiva del D-6 ahora en pleno desarrollo urbanístico

Mejoras

La investigación también recoge que de ese montante no se restó la inversión en mejoras a las que se comprometió la urbanizadora- uno de los motivos por los que fue escogida para realizar las obras por parte del Ayuntamiento-. Porque según una auditoría encargada por el propio municipio en 2013 no se ejecutaron. Estaban valoradas en el pliego en 313.183 euros y contemplaban incremento de la anchura de las aceras, instalación de canalización adicional para telecomunicaciones, dos contenedores soterrados y asfaltado de 10.000 metros cuadrados en el casco urbano.

IVA e intereses

Se señala además que supuestamente sería irregular desde el punto de vista jurídico tanto el cálculo de los intereses -por no fijarse entre el momento de la primera sentencia y el acuerdo del pleno-, como el cambio del tipo del IVA modificado al alza al vigente en 2018 frente al dispuesto cuando se adjudicaron las obras y que supone otro sobrecoste de 94.640 euros. En este sentido el denunciante compara el caso de estos intereses con los que recientemente pagó por otra sentencia que afectaba a un empresario local en la que los intereses sí se calcularon teniendo en cuenta la primera sentencia y no el periodo total de la deuda.

Campaña de 2019

En declaraciones a INFORMACIÓN este jueves el concejal denunciante ha explicado que la operación de abono a través de un crédito público permitió a la alcaldesa resolver tanto la reclamación de la deuda de la empresa -arrastrada durante más de 15 años - y contentar a los propietarios a escasos meses de las elecciones de 2019. Aseguró que a su criterio se debería haber satisfecho el importe a la empresa siempre vinculado a la aportación que fueran realizando los propietarios para saldar el crédito y lamentó la ausencia de documentación, que ha solicitado en reiteradas ocasiones, e informes de los técnicos sobre esta tramitación.

BELMONTE SUBRAYA QUE TODO EL PROCEDIMIENTO ESTÁ SUPERVISADO POR LOS TÉCNICOS Y QUE LA DENUNCIA SOLO BUSCA DISTORSIONAR EL PROCESO ELECTORAL

La alcaldesa Teresa Belmonte señaló ayer a última hora a INFORMACIÓN que la tramitación de las cuotas de urbanización del D-6 están avaladas por todos los informes de los técnicos municipales y que el crédito de 2018 fue una fórmula para resolver un problema lastrado muchos años atrás. La alcaldesa señaló que se está avanzando en el giro a los propietarios de las cantidades que deben aportar tras realizar una última liquidación definitiva pero indicó que no es un proceso sencillo.

El Ayuntamiento de Bigastro, reiteró no tiene constancia de que el asunto esté judicializado, ni el juzgado ni la Fiscalía han solicitado información alguna al Consistorio sobre un asunto, señaló, que en cualquier caso ya se dirimió desde el punto de vista de la jurisdicción administrativa sobre qué correspondía abonar al Ayuntamiento por la reclamación de la empresa.

Belmonte lamentó que se haga pública una supuesta investigación judicial de este asunto en plena campaña electoral. Algo que solo busca distorsionar el debate electoral en Bigastro en beneficio exclusivo del concejal Aurelio Murcia. Edil ahora en las filas de Vox, que en su vida política ha formado parte del PSOE, del PP y como independiente -gobernando con el PP también-. También reiteró que el concejal no fue capaz en el mandato que tuvo responsabilidad de resolver la reclamación de la empresa, las necesidades de los propietarios, la liquidación de las obras y el interés general de los vecinos de Bigastro. Algo que sí ha hecho su gobierno con una situación heredada de la crisis de finales de los 2000 que convirtió a Bigastro en uno de los municipios más endeudados del país en proporción a su población.

DE BANCAL DE NARANJAS A SOLAR PARA VIVIENDAS RESIDENCIALES SIN TRANSICIÓN

El D-6 es un plan urbanístico que nació de una reclasificación de suelo decidida exclusivamente por el Ayuntamiento de Bigastro a principios de la década de los 2000 de la mano de su entonces alcalde socialista José Joaquín Moya.

El municipio validó la transformación del suelo agrícola a urbano sin que la tramitación urbanística estuviera validada de por la Generalitat. La iniciativa suponía que los 80 propietarios de un terreno con un valor agrícola limitado multiplicara su precio al pasar a ser urbano, algo de lo que se beneficiaron no solo los titulares originales del suelo.

El Ayuntamiento tuvo que realizar una labor de legalización posterior que se prolongó durante años cuando la Generalitat llegó a comprobar que había ubicado un nuevo colegio en los suelos dotacionales de un residencial que no figuraba como tal en el ordenamiento urbanístico oficial. Situación que finalmente fue legalizada.