Una planta en Jacarilla se suma a la «fiebre solar» con una treintena de proyectos en la Vega Baja

El proyecto contempla diez mil paneles y 3,5 millones de inversión

Asaja advierte de la pérdida de suelos agrícolas de regadío por la rentabilidad a corto plazo que plantean estas propuestas

Recreación de la planta en la que apenas se vislumbra el casco urbano situado a 900 metros.   | INFORMACIÓN

Recreación de la planta en la que apenas se vislumbra el casco urbano situado a 900 metros. | INFORMACIÓN / D.PAmies

D. Pamies

D. Pamies

Una empresa de energía renovable, Jacaranda Solar, ha presentado el primer proyecto de planta fotovoltaica de envergadura a instalarse en el término municipal de Jacarilla. Se trata de una planta que ocuparía casi 80.000 metros cuadrados con diez mil paneles solares en los parajes de Los Alacranes-Los Almendros, entre la sierra de Benejúzar, la carretera CV-95 y escasos 900 de metros del noreste del casco urbano de Jacarilla.

3,5 millones de inversión

La planta generará 5.539 kilowatios en momentos punta y contempla una conexión de media tensión con la zona del campo de golf de Entrenaranjos, ya en suelo oriolano. Se ubica en una zona de especial valor agrícola por contar tanto con dotación de agua del trasvase del Tajo-Segura, como del propio río Segura que ha prosperado en las últimas décadas con una agricultura rentable, en el ámbito de la Comunidad de Regantes Fuensanta.

La inversión prevista por la empresa es de 3.509.000 euros (IVA incluido). Forma parte de los más de treinta proyectos solares que se tramitan a nivel autonómico en la Vega Baja -de pequeño y mediano tamaño-, la mayor parte de ellos también ubicados en las mismas zonas de influencia del riego del Tajo-Segura, en Almoradí, Torremendo o San Miguel de Salinas.

En algunos casos las iniciativas -como ocurre con claridad en las planteadas en Almoradí junto al Hoyo Serrano y las Lomas de La Juliana- transforman la inversión que se hizo en suelos que tenían expectativas urbanísticas en los años 2000 ya descartadas por la crisis y una legislación urbanística más restrictiva por las que se prometen ahora con el negocio del sol.

Sierra Escalona

En los últimos meses el Gobierno central ha desautorizado otras plantas de mayor entidad planteadas por fondos de capital de riesgo de renovables en zonas de gran valor ambiental, con ocupación de suelo forestal y agrícola de secano junto a Sierra Escalona, mientras que el suelo de la huerta tradicional, salvo excepciones, no se puede emplear para este uso. José Vicente Andreu, presidente de la Asociación Jóvenes Agricultores (Asaja) Alicante, recuerda que la práctica mayoría de las comunidades de regantes de la provincia está presentando alegaciones al aluvión de proyectos. Los agricultores no están en contra de los beneficios evidentes de la energía solar.

Están impulsando proyectos fotovoltaicos en la Vega Baja para rebajar el consumo energético necesario para impulsar tanto los caudales del río Segura como el agua que reciben del trasvase Tajo-Segura porque el coste energético se ha convertido en un lastre para la producción.

Proteger el regadío

«Los propietarios de suelo -que en muchos casos ya han dejado la actividad agrícola- buscan una rentabilidad rápida que no está nada claro que vaya a producirse», señala el representante de los agricultores. «Se está perdiendo un potencial agrícola muy grande y no se debe permitir la pérdida de suelo agrícola de regadío», advierte, además cuando muchas comunidades están inmersas en proyectos de modernización. La propia comunidad Fuensanta, la principal de Jacarilla está inmersa en la puesta en marcha de uno de esos proyectos.