Adiós a las fundas de almohada grandes: el detalle en la manera de colocarlas con el que te olvidarás de coserla y cortarla

Así es como puedes atajar este problema tan habitual

Adiós a las manchas de sudor en la almohada con este blanqueador casero

PI STUDIO

Valeria Montero

Pasa muy a menudo. Compras una funda nueva para las almohadas de casa, las lavas, las colocas en la cama y descubres que no se ajustan a la medida que necesitabas. Pues la solución a este inconveniente es más sencilla de lo que crees; tan solo necesitas conocer cómo doblarla correctamente.

Cuando la ropa de cama viste de más a nuestro mueble el problema no es tan grande; el verdadero inconveniente viene cuando no es suficiente para cubrir toda la superficie. No obstante, hay que saber desenvolverse con un textil demasiado grande, ya que puede resultar muy incómodo a la hora de doblar cada capa e incluso cuando dormimos.

Las almohadas son esa superficie blandita que facilita nuestro descanso y que está destinada a mantener la salud de nuestra espalda con una postura confortable. Este útil de la comodidad suele ir cubierto de una sábana que, por norma general, queda muy pegada al tejido. En el caso contrario, se vuelve incómoda, además de generar una imagen descuidada de nuestra cama a la hora de irnos a dormir.

Si quieres resolver estos dos problemas de una sola vez, solo tienes que dar con la manera correcta de doblar la tela sobrante. Si tu almohada se abre por los dos lados, ajústala en el centro para que sobre la misma tela por un lado y por otro. Una vez la tengas así dispuesta, coge la tela de una de las caras y pásala hacia la otra cara. Ahora, entremetela tela que haya quedado sin doblar y haz lo mismo en el otro lado. Habrás creado una especie de paquete que no se deshará con el movimiento.

Además, inmersos en pleno invierno es fundamental contar con unas sábanas lo suficientemente abrigadas como para no sufrir a la hora de irnos a la cama. Sin embargo, su grosor no te servirá de nada si no entremetes bien las capas y te aislas correctamente de las corrientes. Uno de los métodos más comunes para doblarlas es el típico usado en los hospitales para las camillas: mete primero los salientes de los laterales y después remátalo con la otra parte sobrante, de tal forma que las esquinas queden pegadas al colchón.

Recuerda que en nuestra sección de decoración contamos con multitud de trucos para facilitar las labores de la casa y mantener una estancia ordenada sin gastarnos un dineral en el proceso. Combatir el ruido visual está en nuestras manos; tan solo necesitamos implementar pequeños -y eficaces- detalles que marcarán la diferencia nada más echarle un ojo a la estancia. Evita el ruido visual con métodos eficaces con los que no tendrás que romperte la cabeza.